Angelina Jolie: «Descubrí pronto que el dinero y la fama no te hacen feliz»

maría estévez / colpisa LOS ÁNGELES

INFORMACIÓN

NEIL HALL | EFE

«Érase una vez» es la cuarta película que Angelina Jolie interpreta inspirada en los cuentos tradicionales de la infancia

26 nov 2020 . Actualizado a las 19:53 h.

Érase una vez es la cuarta película que Angelina Jolie interpreta inspirada en los cuentos tradicionales de la infancia. Jolie estuvo en el pasado Festival de Sundance presentando este filme, una cinta que ha visto retrasado su estreno por culpa de la pandemia. Dirigida por la ganadora del premio de la Academia, Brenda Chapman (Brave, El príncipe de Egipto), y escrita por Marisa Kate Goodill, la película está ambientada en una época antes de que Peter Pan estuviera en la Tierra de Nunca Jamás y Alice llegara al País de las Maravillas. Representados como hermanos aventureros, Érase una vez tiene su origen en los cuentos de hadas y reúne a dos de los personajes infantiles más queridos de la literatura en una sola historia.

-Usted no teme asumir personajes secundarios en su carrera.

-No. Yo estoy conectada a este tipo de fábulas porque me parecen importantes y creo que es necesario mostrar a los niños todo lo que es diferente. Como actriz, no puedo interpretar al niño protagonista, pero sí a su madre. Asumo mi lugar y estoy encantada de poder dar voz a personajes que, aunque no son los protagonistas, contribuyen a marcar el ritmo de la narración.

-¿Cómo entiende su personaje?

-La diversidad es algo que encuentras en todas mis películas. Creo que no es una cinta ligera porque muestra problemas graves: la ruptura de una familia. Sin embargo, es importante que los padres animemos a los hijos a dar alas a su imaginación. Todos mis hijos leen muchísimo y ellos me enseñan libros que yo no conozco, eso nos alimenta como núcleo familiar y nos permite evolucionar.

-Su película habla de la entereza del ser humano. ¿Puede decirnos un momento de su vida en el que sintió su propia fortaleza?

-Yo me cuestiono a diario y, contestando a su pregunta, la primera vez que me sentí fuerte fue cuando me convertí en madre. Fue una experiencia diferente porque no di a luz a mi primer hijo, lo recogí en un aeropuerto cuando tenía seis meses. Me encontré con él en una habitación en África. No podía creer que era la madre de alguien, y en ese momento, entendí que mi vida le pertenecía a otra persona. Desde entonces, cada decisión que tomo afecta a mis hijos por lo que trato de dar la mejor versión de mí misma. Soy quien cuida de mis hijos, quien les da confianza y mi trabajo es evitar que lloren.

-Parece que en su vida, en su carrera, lo ha conseguido todo. Un Oscar, poder, dinero, fama, belleza, una gran familia...

-Suena genial. Ahora mismo estoy dedicada a mis hijos. Tengo seis y quiero estar segura de que los educo con propiedad. Tengo una gran familia y los años que vienen voy a dedicarme a su felicidad, a su salud, a todo lo que necesiten en la vida. Descubrí pronto que los premios, el dinero y la fama no te hacen feliz. Ayudan porque te dan la seguridad de conseguir trabajo, pero uno es realmente feliz cuando utiliza su tiempo en ayudar a los demás. Estoy tratando de replantear mi futuro con mi trabajo humanitario o con cualquier trabajo político que decida hacer. Quiero ser de utilidad.