Un islamista homófobo que le pegaba a su mujer si no le hacía la colada

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Omar Mateen, de 29 años, trabajaba como agente de seguridad, los que le pudo facilitar el acceso a las armas. Su padre apoya a los talibanes

13 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No es un guion de una película, pero el protagonista de la masacre en Orlando tiene todas las aristas de las personalidades pérfidas que acostumbramos a ver en la pantalla. Y que espeluznan. Porque aunque en apariencia Omar Mateen era un joven estadounidense de 29 años con una vida estable, nada de lo que afloraba en su «normalidad» era en realidad así. El horror habitaba en un ser del que ahora se ha revelado su auténtica esencia. Mateen nació en Nueva York, pero enseguida se mudó con su familia al condado de Port St. Lucie, en Florida, donde en la actualidad trabajaba como agente de seguridad, lo que le pudo facilitar el acceso a las armas. Allí, en Port St. Lucie, se había casado en el 2009 con una joven a la que conoció por Internet hace ocho años y tenía una hija pequeña de tan solo tres.

Pero esa estampa de chico bueno se quebró enseguida bajo el techo de un hogar en el que su pareja vivía un infierno. «Me golpeaba. Venía a casa y empezaba a pegarme porque la colada no estaba acabada o cosas así», con esas duras palabras definía, aún en estado de shock, a su exmarido la joven, tras conocer que él era el responsable de la masacre en el pub Pulse. Porque en el reflejo de los ojos de ella, él era una persona agresiva e inestable mentalmente, al que le gustaba, eso sí, ir al gimnasio.

No era muy religioso

A los pocos meses de la boda, y aunque no era especialmente religioso, Mateen comenzó a radicalizarse y a tener comportamientos cada vez más violentos. Por eso cuando los padres de la joven supieron que la maltrataba la sacaron rápidamente de su casa dejando incluso allí todas sus pertenencias.

Ese lado oscuro de Mateen escondía también un odio visceral a los homosexuales, muy anterior a la creación del Estado Islámico, tal y como se ha sabido ahora por boca de su exesposa y amigos. También por las declaraciones de su padre, Mir Seddique, quien confesó a NBC News que hace solo dos meses su hijo se puso colérico después de ver a dos hombres besándose en Miami, una reacción que le sorprendió y que ahora cobra un sentido trágico. Un total 50 muertos y otras tantas personas heridas se hace insoportable para cualquiera, pero debería ser mucho más para un padre.

Sin embargo, aunque Mir Seddique pidió disculpas en un primer momento a la opinión pública por la acción de su hijo, según The Washington Post, él también apoya a los talibanes, como demuestran varios vídeos subidos el sábado a YouTube, en los que se le ve hablar en la lengua darí y se postula para ser presidente de Afganistán. En un vídeo que colocó este sábado en la red Facebook, a nombre del Gobierno provisional de Afganistán, aparece con traje de camuflaje militar y dando órdenes para el arresto de figuras políticas.

Con ese caldo de cultivo, Omar Mateen, violento y homófobo, no dejó al azar el lugar escogido para matar. La elección del pub Pulse fue premeditada, y la masacre ejecutada a sangre fría. De hecho, poco antes de iniciar el tiroteo, Mateen llamó al teléfono de emergencias y declaró su lealtad al grupo terrorista. Una matanza muy organizada, según el FBI, que indica su preciso dominio de las armas.

Odio, violencia, terror, sangre. Todo en Omar Mateen se revela hoy horror, pero probablemente la mejor definición de él la ha dado su vecina Becky Diefendorf a las puertas de la casa familiar: «Siempre vestía ropa musulmana y sus ojos mostraban que tenía el alma muerta».

«Conmoción y rabia» en la comunidad islámica de Florida

El presidente de la Sociedad Islámica de Florida Central, el imán Muhamad Musri, ha expresado su «rabia y conmoción» por la muerte de al menos 50 personas en un tiroteo en el club gay Pulse de Orlando, perpetrado por un estadounidense de origen afgano.

«En nombre de los musulmanes estadounidenses quiero expresar mi rabia y conmoción por el grave tiroteo. Nuestros pensamientos y oraciones están con las víctimas y sus familias», ha afirmado Musri en un mensaje publicado en su página de Facebook. Musri relató que está colaborando con el FBI y con las autoridades municipales y que ha visitado personalmente el lugar del incidente. Además, ha realizado un llamamiento a cualquiera que tenga información sobre el atacante a colaborar con la investigación.