El paso de Friederike por Europa deja al menos 9 muertos

Laura García del Valle
laura g. del valle REDACCIÓN / LA VOZ

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MARKUS KLUEMPER | AFP

Alemania, Holanda y Bélgica sufrieron ayer los devastadores efectos de un temporal que obligó a cancelar vuelos y trenes

19 ene 2018 . Actualizado a las 07:11 h.

El caprichoso clima está dejando efectos devastadores en lo que va de 2018 en Europa. Si a comienzos de año la tormenta Eleanor dejó tres muertos en Francia, ahora son Alemania, Bélgica y Holanda los países más damnificados por el nuevo azote meteorológico: Friederike, que ya es la peor tormenta que ha afectado a Centroeuropa en los últimos diez años. Se ha cobrado vidas humanas, ha llevado el caos en los servicios de transporte, con cancelaciones de vuelos y trenes y ha generado asombrosas imágenes de personas que salían volando de sus bicicletas por las calles de Ámsterdam.

Pero Friederike se cebó especialmente con Alemania, donde el número de muertos por la virulencia del temporal huracanado fue aumentando conforme pasó el tiempo. A última hora de la tarde de ayer la cifra ascendía a seis fallecidos. Donde hubo que lamentar más pérdidas fue en Renania del Norte-Westfalia, un estado en el que perecieron tres hombres: dos como consecuencia del golpe tras caerles sendos árboles encima, y otro en un accidente de tráfico provocado por la tormenta. En Brandemburgo, Turingia y Mecklemburgo-Pomerania Occidental también hubo que lamentar víctimas mortales.

Caos en los aeropuertos

El temporal obligó a suspender el tráfico ferroviario en todo el país durante varias horas como «medida de seguridad». Del mismo modo, se cancelaron vuelos en Múnich y Düsseldorf. En el caso de los heridos por ramas y objetos arrancados por el viento, como fragmentos de tejados, se contabilizaban por decenas.

Las rachas de viento, de 130 kilómetros por hora, provocaron que en diferentes localidades holandesas los árboles cayesen provocando varios heridos y al menos dos fallecidos: uno en la localidad de Olst y otro en una carretera de Enschede, en la frontera con Alemania. En Lingewaal, en el centro del país, también pereció un hombre. En este caso, por el impacto de una construcción de metacrilato.

Los fuertes vientos también dejaron una muerta en Bélgica, concretamente en Grez-Doiceau, situada al este de Bruselas. El caos se apoderó del país. No solo por los importantes daños sufridos en un gran número de localidades, sino porque los heridos se multiplicaban por momentos. De hecho, los servicios de socorro estaban ayer desbordados y pidieron a la población que solo se pusiesen en contacto para pedir ayuda en casos de riesgo grave.

La fuerza de la tormenta supera la del temporal Kyrill, que hace 11 años dejó 40 muertos

El recuerdo del temporal Kyrill estuvo ayer más presente que nunca en buena parte de Europa. No era para menos. La borrasca atlántica que en el 2007 dejó un reguero de muertos en Reino Unido, Holanda, la República Checa y Polonia, ni siquiera alcanzó la fuerza con la que ayer azotó Friederike algunas localidades de Alemania. La fortuna hizo que las más altas cotas de virulencia de la borrasca afectaran a zonas sin población. Fue el caso de la montaña de Brocken, en Sajonia, donde las rachas de viento llegaron a los 203 kilómetros por hora -superando así los 202 de Kyrill-.

El Servicio Alemán de Meteorología había alertado con antelación de los riesgos que corrían, especialmente, los habitantes de Renania del Norte-Westfalia. En este estado los colegios permanecieron cerrados y la catedral de Colonia permaneció clausurada. Friederike se dirige hoy a Polonia.