Añadir de forma habitual ciertos alimentos a tu lista de la compra puede beneficiar mucho tu salud cardiovascular

¿Buscas mantener tu corazón en forma? Pues entonces necesitas alimentarlo bien. La salud cardiovascular depende en gran medida de lo que comemos, por eso todos deberíamos incluir en nuestra dieta alimentos que contribuyan a activar y mejorar las funciones normales de nuestro organismo. Porque es importante recordar que llevar una dieta con el número correcto de calorías y cantidad de grasa adecuada es una parte importante del cuidado del corazón, y algunos alimentos son particularmente atractivos.

Los alimentos que vamos a ver a continuación deberían formar parte de nuestra dieta de forma habitual. Además, en el caso concreto de personas con antecedentes familiares de enfermedades cardíacas, estos deben estar presentes todas las semanas sin excepción y algunos de ellos incluso a diario.

Aceite de oliva

Rocíalo sobre una ensalada o úsalo para saltear un surtido de coloridas verduras. El aceite de oliva tiene un historial probado cuando se trata de proteger la salud de nuestro corazón. Está cargado de ácidos grasos monoinsaturados, que pueden ayudar a reducir el colesterol LDL (malo), al tiempo que aumenta el colesterol bueno HDL. El aceite de oliva extra virgen es también rico en antioxidantes. ¡Por algo lo llaman el oro liquido!

Nueces

Un puñado de nueces al día no es simplemente un bocado para entretener a nuestro estomago, sino también una opción muy saludable para el corazón. Estos frutos son capaces de mejorar la fluidez de la sangre para evitar trombos y prevenir infartos. Son ricos en proteínas, ácidos grasos omega-3 y fibra, entre otros nutrientes. Para conseguir que nos aporten los beneficios que se les atribuyen, desde la Fundación Española del Corazón aseguran que tan solo hay que seguir una regla: consumir unos 30 gramos o unas siete nueces diarias.

Lo mejor de estos frutos es que puedes consumirlos en cualquier momento del día y se pueden utilizar en recetas y platos de todo tipo o, incluso, se pueden aprovechar para preparar un saludable paté.

Alimentos integrales

Estos deben tener una presencia diaria en nuestra dieta. La avena, la quinoa o el arroz integral son algunos de los cereales que mayor cantidad de fibra presentan. Consumirlos de manera frecuente nos ayuda a aumentar nuestra ingesta total de fibra y a cuidar de nuestra salud vascular. Así que, si aún no te has atrevido con el arroz integral, ahora es el momento de empezar.

Pescado azul

Otra grasa saludable que se puede añadir a la dieta proviene de los pescados como el atún, el salmón, la trucha o la caballa. Al igual que el aceite de oliva, los ácidos grasos omega-3 que contienen estos pescados los hacen imprescindibles en la dieta para mantener la salud del corazón y del sistema circulatorio por su capacidad para mejorar la viscosidad de la sangre. Ayudan también a evitar la creación de placas ateromatosas (ateroesclerosis) y a disminuir los valores de triglicéridos.

No es necesario comer pescado a diario para obtener estos beneficios, pero sí se debe consumir al menos dos veces a la semana. Puedes probar con diferentes recetas como este tabulé de cuscús con caballa en conserva y yogur con nueces o un sencillo y saludable salmón con tomates confitados y frutos secos.

Pimiento rojo

Son sabrosos, nutritivos y muy saludables porque -entre otras muchas cosas- contienen betacarotenos, que son unos potentes aliados para prevenir el envejecimiento celular y ayudar a regenerar los tejidos. El mayor inconveniente de este alimento es que a cierto porcentaje de la población le produce una digestión pesada (repite, da ardor e incluso puede llegar a indigestar). En estos casos lo mejor es ir probando con distintas variedades y tomarlos muy bien asados y siempre pelados.