Queda muy poco para empezar el maratón de comidas y cenas navideñas, una auténtica prueba de fuego para nuestro estómago. Para evitar la habitual resaca digestiva te damos unos consejos para disfrutar al máximo sin dejar de cuidarte

Llega la Navidad y con ella un completo catálogo de turrones, dulces y comidas interminables que pueden desviarnos del objetivo en el que hemos estado trabajando durante todo el año. En esta época, mantener una dieta saludable se convierte en una misión difícil pero no imposible. Aunque no siempre podemos escapar de las tentaciones y evitar estar rodeados de opciones poco saludables, hay cosas que podemos hacer para intentar comer de forma más equilibrada en estas fiestas.

Carnes magras y locales, la mejor opción

La carne suele ocupar un papel privilegiado en nuestros menús navideños. Si vas a optar por este alimento en tus comidas y cenas, recomendamos escoger opciones magras, frescas y de buena calidad como un pitu de caleya guisado con boletus. Es una receta ligera y a la altura de estas fechas. Además, al consumir productos locales estarás contribuyendo a fomentar nuestro sector agrario y es una buena manera de agradecer el trabajo diario de agricultores y ganaderos en un año tan difícil como este.

Pero, ¡ojo! En Navidad no podemos dejar de sumar pescados a nuestra mesa y aprovechar sus altos niveles de ácidos grasos Omega-3, así como sus proteínas, vitaminas y minerales. Hay opciones para todos los bolsillos. 

Verduras y frutas, siempre en la mesa

Incluye estos alimentos en tus menús: en aperitivos, entrantes, guarniciones o postres. Por ejemplo, en lugar de acompañar tus platos de unas patatas fritas, puedes optar por unas verduritas al papillote con gambas, tacos de jamón y huevo revuelto. Un opción mucho más saludable y que también puede servir como entrante.

Salsas, mejor si son caseras

Las salsas industriales pueden estar llenas de azúcares añadidos y muchas veces contienen elevadas proporciones de sodio y grasas de baja calidad. Por ello, no conviene abusar de ellas y lo mejor es elaborarlas en casa. Es cierto que esto exige más trabajo que abrir un bote o un tarro, pero, ¿crees que necesitas mucho tiempo o grandes habilidades para preparar una salsa rica y saludable? Te equivocas, esta de mandarina y miel no te llevará más de cinco minutos y es perfecta para acompañar carnes y pescados, aportando un toque agridulce de lo más especial a tus platos.

Postres, aporta tu granito de arena

Hay que admitirlo: no hay comida o cena navideña sin final dulce. Así que este año ponte el delantal y anímate a elaborar tus propios dulces cargados de nutrientes. Los polvorones, por ejemplo, son uno de los dulces más tradicionales de la Navidad, pero puedes darles un toque muy especial y saludable sustituyendo la almendra por avellana y cambiando la manteca de cerdo por aceite de oliva virgen extra. Y si no te puedes resistir a ese trocito de turrón que tanto te gusta, puedes servir, junto al resto de dulces, unos vistosos canapés de fruta fresca con crema de queso. Un bocado riquísimo para disfrutar de estas fiestas comiendo con cabeza.