Los platos de cuchara entran en su temporada por excelencia, aunque tienen su hueco asegurado a lo largo del año

Cogen fama cuando llega el mes de octubre, pero los platos de cuchara son un básico de la dieta española al que no solemos renunciar. Cada región tiene el suyo del que hace gala: una fabada en Asturias, una sopa mallorquina en Baleares, una sopa castellana en Castilla y León o un caldo gallego en Galicia pueden ser ejemplos bastante representativos, pero luego están esos purés y cremas del día a día que quizás no tienen tanto arraigo pero que igualmente encantan a la mayoría de paladares.

En el artículo de esta semana hemos seleccionado unas cremas que, además de deliciosas, están compuestas en su mayoría por verduras y son el apaño perfecto para las cenas. Lo bueno que tienen es que se pueden cocinar en grandes cantidades para así poder congelarlas por raciones y que el día que tengamos un apuro -o, por qué no, un antojo- solucionemos rápido la papeleta de la cena sin ningún tipo de complicación.

Realmente, la mayoría de verduras y hortalizas se prestan a convertirse en crema, incluso algunas frutas que aportan frescor y un punto ácido. Y, cómo no, siempre hay la opción de añadir tropezones para coronar la elaboración y que haya algo que masticar para no caer en el tedio que, injustamente, rodea a este tipo de platos.

Crema de calabaza, puerro y jengibre

La calabaza es la hortaliza reina del otoño. Al estar en todo su esplendor durante esta época se presta a ser la protagonista de muchísimos platos aportando un dulzor que, combinada con el toque potente del puerro y el picante cítrico del jengibre hacen una combinación magistral. Para redondear el festival de sabores, especias como el comino, la pimienta negra y la cúrcuma. Y como toda guinda que lleva un pastel, admite muy bien ser coronada con unas semillas, un chorrito de aceite de oliva y un poquito de pimentón dulce.

Crema de coliflor y manzana con vieira

Puede parecer una crema ostentosa, pero de eso nada. Esta crema puede ser la opción ideal para sorprender a unos invitados pero también para incorporar al día a día. Es sencilla de elaborar y, además, aporta una cremosidad que conquista a todo el que la prueba, incluso a aquellas personas a las que la coliflor les causa rechazo. Un truco para darle un toque extra de sabor es sustituir el agua por un caldo de verduras.

Crema de brócoli con croutons y atún

La receta de esta crema viene acompañada de un gran consejo gastronómico y es que, aunque las posibilidad de hacer cremas de verduras son infinitas, lo ideal es darle protagonismo a un ingrediente y mezclarlo con otros en menor cantidad para complementar, que no camuflar. En concreto, en esta receta el protagonista es el brócoli que, además, junto con la calabaza, está de plena temporada. Al añadirle los croutons de pan y el atún se convierte en una cena perfecta, ligera y completa. El atún puede ir cambiándose por otra proteína, como un huevo, un poco de pollo desmechado o unos taquitos de tofu salteado.

Crema de alcachofas y puerro

¿Estás en busca de un plato versátil al que recurrir en cualquier ocasión? Entonces tu opción es esta crema de alcachofas y puerros, lo mismo puedes tener un entrante que un magnífico plato único. En pocos pasos y recurriendo a ingredientes que no suelen faltar en nuestras despensa como son patatas, cebolla, puerro y unas alcachofas, es fácil resolver una cena sin renunciar para nada al sabor.

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