Los alimentos ricos en vitamina E son potentes antioxidantes. Estos son los productos que debe incluir en su cesta de la compra

Una sabrosa ración de dorada, una ensalada generosa de aguacate regada con aceite de oliva virgen extra o una ración de almendras. Una dieta que contenga estos tres platos es una dieta rica en vitamina E. La conocida como vitamina antiesterilidad actúa también como un potente antioxidante, que podría ayudar a combatir el envejecimiento. En pleno siglo XXI, nadie duda ya que la alimentación equilibrada es una herramienta imprescindible para una vida larga y saludable.

El hallazgo del valor de la vitamina E se remonta al año 1922, cuando los investigadores Evans y Bishop comprobaron que su déficit en cierto tipo de animales incrementaba la incapacidad de reproducción. Desde entonces y hasta el siglo XXI, siempre ha estado ligada al terreno de la fertilidad, incluso se la ha denominado, como decíamos anteriormente, la vitamina antiesterilidad. Sin embargo, en los últimos años ha ganado terreno ese perfil antioxidante, que ha dado un nuevo giro a su uso. Su uso consciente en la cocina tiene una serie de beneficios que no deberían pasar inadvertidos.

Un aliado contra el envejecimiento

Una de las cualidades de la vitamina E es que es soluble en grasa. Esto implica que las grasas necesitan de este nutriente para una adecuada absorción y para su posterior utilización. Su ingesta reporta tres funciones esenciales para el organismo.

Protege la salud arterial. No solo es necesario cuidar el colesterol. El consumo de alimentos con esta vitamina ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y a evitar la formación de coágulos, por lo que puede proteger de enfermedades habituales en la sociedad actual. Fumadores, ancianos o personas con una dieta muy baja en grasas pueden tener unos niveles muy bajos. Así que sería importante repasar una lista de alimentos que ayuden a compensar esta carencia.

Ayuda al sistema inmune.  Puede convertirse en un agente importante para combatir elementos extraños al organismo, como los virus y las bacterias.

Un antioxidante natural. Contribuye a neutralizar los radicales libres que se forman a causa de la alimentación, por factores ambientales como la contaminación, la radiación ultravioleta o el tabaco.

La lista de la compra

Una vez conocidas las propiedades, tan solo es necesario saber qué alimentos debemos anotar en nuestra lista de la compra para conseguir una dieta rica en vitamina E y, al mismo, tiempo equilibrada y apetecible.

Existe una amplia lista de pescados azules que suponen una inyección extra, suficiente para equilibrar el aporte que necesita un adulto. Se trata del salmón, la sardina, la dorada o el jurel.

También hay vegetales que aportan entre uno y cuatro miligramos por ración. Las espinacas, los pimientos, el brécol, la calabaza, el aguacate o la batata. La opción es lo suficientemente amplia incluso para atrapar a los menos amantes de las verduras.

Hay otros productos transversales, presentes en casi cualquier tipo de cocina, que tienen vitamina E. Son el aceite de oliva virgen extra y el de girasol. Sobre todo, el de girasol. Una cucharadita aporta hasta 4,9 miligramos. La misma cantidad de oliva virgen extra supone 1,8 miligramos. Un plato salpicado con alguna de estas opciones ya está ayudando a combatir el envejecimiento.

Solo un consejo más. Los alimentos mal tratados o preparados pueden perder sus propiedades. Para garantizar que no se diluya la vitamina E, hay que conservar los productos en recipientes opacos y herméticos guardados en lugares oscuros, porque no es especialmente sensible al calor pero sí a la luz y al oxígeno.