Bulos peligrosos

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez NO PARA CUALQUIERA

OPINIÓN

08 ene 2017 . Actualizado a las 11:24 h.

En Alemania están preocupados por las consecuencias del bulo difundido por la web Breitbart la pasada nochevieja sobre un falso ataque contra una iglesia en Dortmund por una turba de extranjeros. No es una trola inocente sino con la peor de las intenciones, este periódico de noticias inventadas en su mayoría y de ideología ultra derechista fue fundado por el que en unas semanas será uno de los asesores estrella de Donald Trump en la Casa Blanca, Steve Bannon. Este estratega jefe se jactó de su influencia en la última campaña norteamericana y expresó sus deseos de extenderla a Europa. El Brexit --con su multitud de noticias amarillistas sobre los tentáculos burocráticos de una UE dispuesta a regular incluso el grado de curvatura de los plátanos-- se percibió como un hito en el éxito de la propaganda en la era de la sobreabundancia de información. En una aldea remota de Macedonia los jóvenes desempleados hicieron su fortuna en primavera creando falsas informaciones muy del gusto del lector yanqui más reaccionario y se financiaron el año con los ingresos recibidos por publicidad en Facebook.

La preocupación es lógica en Alemania, donde los más retrógrados han hecho de la acogida a los refugiados su principal ariete electoral contra Merkel; la xenofobia y el racismo son además dos de los problemas crecientes en la Europa contemporánea. Pero, si es cierto que este fenómeno se magnifica hasta calibres desconocidos por el alcance de las redes sociales, también es verdad que las desinformaciones y las mentiras interesadas son tan antiguas como la existencia de medios de comunicación. No deja de ser alucinante como en España particularmente se llevan las manos a la cabeza con la «post verdad» personas que convivieron sin el menor reparo con la extensión desde periódicos hechos y derechos (no una web oscura lanzada por unos fanáticos) de toda una teoría de la conspiración sobre los atentados del 11M en la que participaron activamente todo tipo de publicistas y también cargos políticos.

Sobrevivimos a eso sin que nadie haya pedido perdón. Desafortunadamente todavía muchos cargos públicos difunden bazofías xenófobas semejantes con periodicidad preocupante. En cualquier bar te dirán además que los chinos están exentos de pagar impuestos cuando abren un local y que la homeopatía cura. Como dice el comediante Tim Michin la mejor de las moralejas infantiles es la que proponen todos los episodios de Scooby Doo; en los que, uno tras otro, por terrible que sea el monstruo o fantasma que provoca el misterio, al final, sólo era un tipo disfrazado. Siempre.