El vínculo de El Sidrón

OPINIÓN

Yacimiento de El Sidrón
Yacimiento de El Sidrón

17 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La sugestión que ciertos elementos pueden provocar en una persona se juntó en Svante Pääbo para, con el paso de los años, acabar siendo galardonado con un premio inextricablemente vinculado a Asturias. Y, además, se da la circunstancia de que también está unido a esta región desde el punto de vista científico a través de la Cueva de El Sidrón.

Egipto y el Neandertal se conjugaron para dar un giro integral a los estudios de ADN, llegando incluso a reconocerse un nuevo homínido procedente de la cueva siberiana de Denisova, del que por ahora prácticamente lo conocemos por la genética.

Pero lo más impactante es que los principales descubrimientos relacionados con los neandertales y los denisovanos se obtuvieron a partir de dos fragmentos óseos muy pequeños. En el primer caso habían fracturado el hueso para sacar el tuétano y el segundo era un trozo pequeñísimo del dedo meñique izquierdo.

No obstante, cuando se alcanzan resultados de tan alto impacto, a las personas que no están acostumbradas a estas investigaciones les puede parecer que la tarea no está exenta de altibajos y problemas. Nada más lejos de la realidad, porque algunas veces hay que volver a empezar, otras hay que variar el rumbo, y en otras hay más colegas estudiando lo mismo.

Y al final deben publicarse en revistas especializadas en las que dos, tres y hasta cuatro investigadores revisan el texto y opinan de la conveniencia del mismo y le dan o no el visto bueno. Es algo muy positivo, pero en ocasiones se producen situaciones incómodas o hay sesgos interesados que complican sobremanera nuestras actuaciones.

Esa realidad la ha vivido Pääbo con una intensidad especial, porque los retos que se impuso y el alcance de lo obtenido han multiplicado la intensidad y dificultad de los hechos. Por ello, sugiero la lectura de su libro Los genes del Neandertal. En busca de genomas perdidos porque es un relato apasionante del ciclo vital de quien, a partir de un sueño y una idea, ha sido merecedor del premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2018.