Contaminación del aire en Oviedo

OPINIÓN

10 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los efectos perjudiciales para la salud son evidentes y están constatados por multitud de estudios. El Real Decreto 102/2011, de 28 de enero, relativo a la mejora de la calidad del aire establece que «en las zonas y aglomeraciones en que los niveles de uno o más de los contaminantes regulados superen su valor límite incrementado en el margen de tolerancia o, si éste no está establecido, el valor límite, las administraciones competentes adoptarán planes de actuación para reducir los niveles y cumplir así dichos valores límite en los plazos fijados, de acuerdo con lo establecido en el Capítulo IV». Respecto a partículas PM2,5 «las autoridades competentes tomarán todas las medidas necesarias que no conlleven gastos desproporcionados para reducir la exposición a partículas PM2,5...».

Cuando en determinadas zonas o aglomeraciones los niveles de contaminantes en el aire ambiente superen cualquier valor límite o valor objetivo, así como el margen de tolerancia correspondiente a cada caso, las comunidades autónomas aprobarán planes de calidad del aire para esas zonas y aglomeraciones con el fin de conseguir respetar el valor límite.

En caso de superarse los valores límite para los que ya ha vencido el plazo de cumplimiento, los planes de calidad del aire establecerán medidas adecuadas, de modo que el período de superación sea lo más breve posible. Los planes de calidad del aire podrán incluir además medidas específicas destinadas a proteger a los sectores vulnerables de la población, incluidos los niños. Para su elaboración se contará con la colaboración de los titulares de las actividades industriales potencialmente involucradas y afectadas por las medidas incluidas en los mismos y por su puesta en aplicación.

En Oviedo, durante el mes de diciembre, hubo varios días que superaron los umbrales recomendables para la salud. Ante esto parecen insuficientes medidas como regar calles o pedir que los niños se alejen de las vías de tráfico más intenso. La Administración no debería además conformarse con no incumplir los límites, sino que debería esforzarse en que mejoremos la calidad del aire que respiramos y no solo en tener estabilidad atmosférica.

«La contaminación del aire representa una amenaza para todos, si bien las personas más pobres y marginadas se llevan la peor parte», según advirtió el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. La Organización estima que cerca de siete millones de personas mueren cada año por la exposición a las partículas finas contenidas en el aire contaminado, las cuales penetran profundamente en los pulmones y el sistema cardiovascular y provocan enfermedades como accidentes cerebrovasculares, cardiopatías, cáncer de pulmón, neumopatía obstructiva crónica e infecciones respiratorias, por ejemplo, neumonía.

Nuestra Constitución reconoce el derecho a la protección de la salud y recoge que compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. ¿Qué están haciendo las Administraciones implicadas? ¿qué medidas piensan implementar ya que las que han puesto en práctica hasta el momento son francamente ineficaces?