Venceré a los dragones por ti

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

25 abr 2019 . Actualizado a las 07:35 h.

Los debates electorales son atractivos porque permiten conocer aquello que los candidatos son capaces de decirse a la cara, para convencernos de todo lo que nos han contado sin medida y escasa racionalidad. Y en tanta falsedad hay un debate que me asombra. Se entiende que haya ciudadanos contrarios a la Constitución de 1978. Otros favorables. Aún otros favorables sobrevenidos e incluso quienes defienden que algunos de sus títulos y artículos debieran ser revisados. Sin embargo, a raíz del conflicto territorial, algunos han empezado a repartir carnés de constitucionalista de forma interesada y restringida. En ello andan el Aznar reaparecido y altanero con Casado y Ciudadanos. Ellos ven la Constitución como un embudo, o como un muro. Muro altanero que construyen para dividirnos entre patrias y naciones, entre constitucionalistas -también los sobrevenidos- y traidores.

También reivindican «muros de la patria mía», insistentes frente a los migrantes, donde siguen la voz tronante de Vox. Son muros, al modo de Trump, para protegernos -ricos como seremos sin las autonomías-, del norte de África, aquella del desastre de Annual y novios de la muerte. Todo un hit premonitorio, en la voz de Zoilo y Cospedal, de a dónde nos han llevado. Para que luego quienes se fueron por el extremo les acusen de derechita cobarde. No me llama la atención que insistan en levantar muros entre ellos. Me incomoda cuando quieren que los levantemos entre nosotros, con esa forma de hacer política tan poco dada a la racionalidad, que sus afirmaciones necesitan ser verificadas para mantener la cordura. Por más que lanzadas en el debate las mentiras alimenten esos muros. Sino cómo entender que se pueda plantear, al tiempo, al líder socialista si pactaría con Ciudadanos de tener oportunidad, y si concedería el indulto a los líderes independentistas.

Es cierto que la desaparición del bipartidismo viene de una gran evolución social en España, de un desastre económico-financiero y su gestión, y de una indeseable desigualdad. Y que el sistema de más partidos necesarios para formar gobierno ofrece contrapesos en la gestión de la política, al tiempo que provoca inestabilidades y capacidad representativa a opciones que en una sociedad democrática se antojan dragones que la quieren quebrar.

Por eso, en la estela del día del libro, del San Jorge y sus dragones, acudo a un dibujo: La rosa, el dragón y una niña, que vence a los dragones por mí. Por soñar que los dragones serán vencidos. En Galicia hace años se publicó un libro que en su título reclamaba Menos Muros y más Puentes. En el andaba el avance de las civilizaciones y las sociedades de la mano de autorías autorizadas.

 Reivindicando puentes.