De la no nata reunión entre Santiago Abascal y Albert Rivera -este ciudadano debería donar su ideología a la ciencia- queda esta imagen del primero y sus tirantes, preparándose para la tele. Y esta mirada. Con esta mirada, tener una Smith and Wesson es una redundancia. Podemos imaginarnos qué ven estos ojos-Vox, o qué creen estar viendo. La lista de posibles es más larga que el muro que quieren para África. ¿Están estos ojos mirando a Sánchez, a Rivera, a un inmigrante ilegal saltando de una patera, a un grupo LGTBI? Abascal está tirante. Como el complemento que sujeta sus pantalones. Tirante y vintage. Normal. Solo ha tenido la valentía de vérselas con él su más popular ocurrencia, la «derechita cobarde». Quién sabe si lo que está viendo el líder de Vox es cómo se le escurren entre los ojos algunas poltronas.