Estúpido presidente, es la guerra

OPINIÓN

15 oct 2019 . Actualizado a las 07:09 h.

Joaquín Torra y su Gobierno, Roger Torrent y la mayoría de los miembros de la Mesa del Parlamento y los líderes de los partidos y sociedades civiles independentistas tendrían que estar detenidos. Y ello porque se han levantado con violencia, con todos los medios de los que disponen (muchísimos), contra un país constitucional, de derecho. Se ha dejado durante décadas que Cataluña acabe convirtiéndose en una tiranía que ha despojado de sus derechos ciudadanos a millones de personas e injurie al Estado y lo arrastre por los suelos del mundo.

Tras la sentencia de ayer la tiranía se volverá más asfixiante, más violenta, más atrevida. Maneja a la chusma que presenta un cuadro clínico de obesidad mórbida de saña y hiel. La sentencia del Supremo es política. La impuso el presidente del Gobierno para que el próximo enero salgan de la cárcel los Jordis y, en menos de dos años, los otros cinco condenados estarán en la calle. Pedro Sánchez aún no ha caído en la cuenta de que estamos en guerra contra el fascismo, y la estamos perdiendo.

Lo que no me es posible averiguar es si la estupidez del presidente forma parte de su sistema límbico o deriva de haber sido un alumno descuidado de Derecho. Descuidado porque, teniendo que haber leído la Política de Aristóteles, no lo hizo y le sirvió que alguien le contara de pasada de qué iba. No solo Aristóteles, otros muchos autores, otros muchos libros cardinales. (Pablo Iglesias, peor: estudió Ciencias Políticas y llegó a dar clases como sustituto; no entendió gran cosa. Ya en el primer curso de Periodismo, nuestro profesor de Geopolítica nos sometió a concienzudos análisis y debates de los textos claves de Platón, Aristóteles, Maquiavelo, Hobbes, Montesquieu… Fue una asignatura exigente, durísima, pero vital para luego entender y, sobremanera, comprender de qué se habla cuando se hable y, mejor todavía, tener la costumbre de acudir una y otra vez a estos volúmenes para no ser estúpido).

Solo una vez que se asuma que Cataluña ha declarado la guerra (racial) al resto de España se estará en condiciones de aplicar la fuerza (de la ley y, de ser preciso, de las armas). Entonces, qué debe hacer Pedro Sánchez. Esto: quitarles las competencias en Prisiones; intervenir a los Mozos de Escuadra, y disolverlos en caso de que se rebelen; tomar el control de los Medios de propaganda del terror, especialmente TV3; limpiar de arios toda la Administración catalana y los ayuntamientos, destituyendo a sus gobiernos nazis; ilegalizar a las sociedades batasunas catalanas (ANC, Ómnium y decenas más), deteniendo a sus cabecillas. En pocos términos, y contando como se dijo en el primer párrafo de este artículo, con que Torra y Torrent y sus colaboradores estén en prisión, no conformarse con aplicar el 155, sino suspender la autonomía, que, de hecho, ya no es una autonomía, es una república podrida, repugnante por tanto, absolutamente asquerosa por tanto.