Ningún independentista sin reyes

OPINIÓN

Eduardo Parra | Europapress

18 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Qué cosa tan grande y tan sencilla, la libertad. El simple hecho de caminar sin encoger los hombros por el miedo, sin que los ojos se te salgan de las órbitas por los nervios, sin necesidad de cubrir la espalda contra las fachadas de las casas, sin escuchar, a pocos metros, los pasos, tap, tap, tap, de tu escolta. No hay mayor regalo, ni lujo comparable. Lo han de saber bien estos señores diputados de Bildu. Matute, Aizpurua y Elejabarrieta se apellidan. La libertad parece tan natural, tan obvia, cuando se disfruta, que no andarán pensando en ella mientras se dirigen al portal del Congreso, donde, ayer por la mañana, les esperaba la socialista Adriana Lastra, dispuesta a escuchar el correspondiente «me lo pido». Se les ve relajados, casi felices, confiados. Será que también dan crédito a ese secreto a voces. El que dice que este año el lema de la navidad va camino de ser, ay, Ningún independentista sin reyes.