¿Hay futuro?

OPINIÓN

27 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo primero, porque no deja de ser lo más importante, es desear a todos los lectores de LA VOZ DE ASTURIAS y sus trabajadores mis mejores deseos para el año que entra, que particularmente me parece un número bonito. Y si no es mucho pedir, ojalá que esta nueva década de los 20 que estrenaremos nos deje mejores noticias que las que hemos tenido que pasar en los últimos tiempos.

Son fechas en las que todos nos reunimos con nuestras familias, amigos y compañeros de trabajo y nos ponemos al día a ver cómo nos va la vida. Aunque he sido y soy una persona optimista y pretendo continuar siéndolo, el entorno que me rodea sigue sin ser nada fácil. Gente que acaban de despedir sin preaviso y sin que haya una razón objetiva para hacerlo; otras que siguen en el mismo sitio con idéntico sueldo congelado; y personas que ya no han podido más y se han sumado a la huelga de los supermercados. El perfil de este tipo de personas es alarmante, porque se encuentran atrapados en las viviendas de sus padres sin expectativas laborales claras. ¿Hay futuro?

Sé que nunca le fue sencillo a nadie en ningún momento de la historia. El paso del nido familiar a la independencia, la llamada emancipación juvenil que usamos en el lenguaje político, sigue siendo una asignatura pendiente y un dato preocupante para un país que pretende que sus nuevas generaciones puedan vivir dignamente en su territorio.

Estos días estamos asistiendo a la huelga de las trabajadoras y de los trabajadores del sector de la alimentación, donde sus reivindicaciones me parecen no solamente justas, sino que es intolerable que en el primer mundo vivamos en estas condiciones. Los dirigentes y los accionistas tienen su pleno derecho a dividirse los beneficios y los dividendos como consideren oportuno, pero su labor social, la de generar empleo de calidad, es primordial para que nadie tenga que vivir y trabajar en situaciones inaceptables. No todo vale, y el sector del comercio y del turismo, que son ahora mismo los que soportan gran parte del empleo en nuestro país, tiene que tender a su profesionalización, incluyendo salarios dignos y condiciones laborales acordes a nuestros tiempos. Desgraciadamente solo funciona la avaricia, y el trabajador no es otra cosa que un número (y más vale que rentable si no quiere acabar en la calle). No podemos aceptar lo que sea por muy desesperado que se esté ni dejar que la clase trabajadora pierda frente a la patronal. Sin unión obrera, sin sindicatos fuertes que luchen por nuestros derechos, poco o nada podemos hacer si vamos por nuestra cuenta particular.

A las puertas (espero) de la formación de un nuevo gobierno en España, espero que el PSOE y Unidas Podemos acierten y gobiernen para todos. Urge ponerse a ello, con el permiso de ERC, que considero no puede cometer la torpeza de mandarnos a unas terceras elecciones. El futuro es nuestro.