Será que me he criado viendo La bola de cristal, Barrio Sésamo, Cajón desastre y A mediodía alegría, porque ahora lo único que veo es una ceguera de programas de entretenimiento infantil. Con solo realizar un simple zapeo, la miopía de este tipo de oferta se hace evidente. Y a muchos padres no les queda más remedio que someterles al carrusel de dibujos animados que ofrecen las cadenas temáticas para este público. De los únicos programas infantiles que se ofrecen, veáse MasterChef Junior o La Voz Kids, entre otros, no me queda muy claro si son programas infantiles o programas para adultos en los que participan niños porque las horas a las que se emiten distan mucho del horario recomendable para que los pequeños de la casa estén plantados delante de un televisor. Por no hablar del mensaje que se esconde detrás de estos programas. Si no tienes una cualidad que sobresalga por encima de la media, ya no podrás participar, y los que triunfan se convertirán en auténticos star juniors para deleite del público y de su familia. No sé si tanto para el de ellos. Echo de menos concursos divertidos donde los peques se diviertan. Simplemente. Sin más aspiraciones. Programas que les hagan reír, también culturales que les enseñen a disfrutar de un cuentacuentos o de un concierto de música... Más televisión para niños y en horarios de niños.