Como los indicadores de las casas de apuestas indican quién ganará las elecciones, la bolsa -y muy especialmente la de Wall Street- apunta las tendencias sociales, sobre todo en el mercado de futuros. Por eso me aterró leer que empezaba a cotizar el agua. También me asustó mucho una foto de la presidenta del Congreso, la demócrata Nancy Pelosi, en la que mostraba dos cifras: los americanos fallecidos en la pandemia y los muertos en combate durante la Segunda Guerra Mundial, empatados a 291.000. Además, porque Pelosi podría haber hecho la misma comparación con los casi 500.000 americanos fallecidos por la canallada de los opiáceos, que costó a las farmacéuticas indemnizaciones milmillonarias. Pero, por supuesto, esos muertos de clase baja pertenecían a los mandatos de Obama. Nancy Pelosi no sacó la pizarra para asustarnos con la tragedia ni arremetió contra el Inquilino, convertido aquí en santón democrático. Hablamos de la restauración de su legado, pese a que lo cerró con una popularidad baja, similar a la de Trump.
Con los datos del Instituto Nacional de Estadística calculaba ayer Ónega que en España rondaremos las 100.000 víctimas a finales de año. Tres veces menos que en los Estados Unidos. Nosotros rozamos los 47 millones de habitantes, ellos superan los 327. Nos multiplican por tres en muertos y por siete en población. Si copiaran nuestro ritmo, se acercarían a 700.000. ¿Qué diría Pelosi?
La revista Time, que ya no es lo que era ni de quien era, acaba de elegir persona del año a dos: Biden y Harris. No recuerdo precedentes. Van juntos a todas partes, como si fueran uno, algo insólito. Supongo que les darán otro Nobel preventivo. Quizá ya solo a Kamala.
@pacosanchez