No, es conservar, capturar y liberar

Pelayo Melón

OPINIÓN

MARCOS MÍGUEZ

13 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La abundancia de salmón del Atlántico ha disminuido en gran parte de su zona de distribución a pesar de las innumerables vedas y/o restricciones de las pesquerías. Si bien todavía se producen pesquerías de retención, la liberación voluntaria y obligatoria del salmón capturado está aumentando (ICES 2019). Entre administradores de pesquerías y organizaciones de conservación, la captura y liberación (C&S en adelante) ha sido aceptada como una herramienta de gestión (tallas mínimas establecidas, devolución total obligatoria o voluntaria) permitiendo así la pesca recreativa y los beneficios sociales y económicos asociados, incluso cuando la abundancia de existencias es baja, basándose en una mortalidad mínima de peces después de la liberación.

Sin embargo, dado el elevado número de peces capturados y liberados (ICES 2019) y la reducción histórica constatada de la abundancia de salmón del Atlántico, el uso de la C&S como herramienta de gestión a veces se cuestiona y se vuelve a evaluar a lo largo de los años. «Mortalidad del salmón del Atlántico después de la captura y liberación de la pesca con caña: evaluación de una pesquería recreativa de salmón del Atlántico en un clima cambiante», es un claro ejemplo donde el Fisheries and Oceans Canada (DFO sección de salmónidos), Universidades de Terranova, Ontario, Bergen y diferentes centros de investigación incluido el Norwegian Institute for Nature Research (NINA) revisan y actualizan las limitaciones de esta modalidad.

Diferentes legislaciones en distintas partes del mundo (por ejemplo, Noruega, con más de 800 ríos vedados), solo permite la liberación de peces sanos y viables. El empleo del C&S de manera obligatoria se utiliza menos en las regulaciones de pesca Noruegas en comparación con Canadá, EEUU o Reino Unido (UK) y, no hay ríos ni períodos donde la pesca del salmón noruego sea exclusivamente en la modalidad de C&S obligatoria. Sin embargo, en muchos ríos donde hay liberación obligatoria de grupos de salmones (por ejemplo, hembras grandes), los ejemplares heridos en zonas comprometidas deben ser sacrificados por el pescador por razones de bienestar animal y donados al propietario del tramo de río. En la costa este de EEUU esta modalidad y cualquier otro tipo de actividad ejercida sobre el salmón están prohibidas desde el año 2000 (exceptuando 3 años 2006/08 C&S obligatoria), derivado de los efectos secundarios asociados que pueden afectar considerablemente al bienestar de la diezmada especie. Los ecosistemas situados al este del Cabo Bretón, sur de Terranova y Labrador, que poseen la presencia de salmón y pesquerías de bajo impacto podrían agregarse a la lista de especies en riesgo (SARA), el Departamento de Pesca y Océanos de Canadá expuso que no detendrá automáticamente la pesca recreativa. Pero, los distintos colectivos de pescadores temen que una designación federal pueda significar el fin de la pesca de C&S (única permitida) en al menos 130 ríos. Canadá y EEUU son los países que más dilatada experiencia aglutinan en el empleo de la mencionada modalidad (ICES 2019).

En el Reino Unido llevan más de dos décadas utilizando el modelo de gestión basado en la C&S con valores de liberación tras captura superiores al 70% en los últimos años. Las mejoras poblacionales observadas a comienzos de siglo pueden ser atribuidas al incremento de la mencionada práctica. Sin embargo, es fácil olvidarse de las continuas restricciones efectuadas sobre las pesquerías estuarinas y las redes de deriva. Por lo tanto, la estabilización y la recuperación de las capturas a caña desde el cambio de siglo probablemente se deban a la finalización y a la reducción paulatina de los esfuerzos costeros en la captura de ejemplares. Durante el transcurso de la última década se ha registrado el colapso poblacional más pronunciado de la historia en el Reino Unido. Resulta chocante, difícil de explicar y de comprender como una modalidad aparentemente inocua para la especie puede cosechar resultados tan desconcertantes. Incluso, en el Reino Unido donde, las mejoras adaptativas ambientales efectuadas en diferentes ecosistemas y los controles sobre la calidad de las aguas continentales son continuos.

Los palmarios frutos obtenidos reflejan las lagunas asociadas al C&S cuando se ejerce sobre el salmón del Atlántico. La pesca recreativa es una actividad muy popular y los problemas de bienestar de los peces relacionados con su práctica han recibido una atención creciente en algunos países, particularmente en el centro y norte de Europa y Australia. Existen diferentes enfoques para evaluar el bienestar de los peces y comúnmente los más empleados en este contexto son los basados en los sentimientos y en las funciones; siendo el enfoque funcional el más pragmático para le pesca, empleando el funcionamiento fisiológico, el comportamiento, la salud y el estado físico apropiado de los individuos. En la actualidad la mayoría de los enfoques de bienestar centrados en la pesca recreativa tienen el mismo objetivo, que es evitar o minimizar el daño y el estrés y mantener el bienestar de los peces individuales en la medida de lo posible. En el libro The Welfare of Fish investiga de forma académica, en más de 500 páginas, cómo las acciones humanas impactan en su calidad de vida. En muchos países, los peces ya están protegidos por la legislación vigente y en algunos hay una dilatada jurisprudencia al respecto.

Como afecta el C&S sobre el bienestar de los ejemplares de salmón, en los ecosistemas Asturianos, está bien documentado con innumerables observaciones empíricas realizadas durante la temporada de 2017. Era inadmisible para nuestros ecosistemas tal situación, apareciendo salmones muertos en nuestros cauces a diario tras ser liberados. Pretender importar e implantar una práctica angloamericanizada dilapidando parte de nuestra cultura, tradición y la socio-economía de ribera ocultando y maquillando la realidad poco o nada ayudará en la conservación de esta icónica especie.