El nuevo macartismo

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto CRÓNICAS DEL GRAFENO

OPINIÓN

ALY SONG | Reuters

27 may 2021 . Actualizado a las 09:38 h.

Xiaomi anunció ayer que el Tribunal del Distrito de Columbia emitió una orden final que anula su designación como una «Compañía Militar Comunista China» (CCMC, por sus siglas en inglés), realizada por el departamento de Defensa de Estados Unidos. Con esta decisión se levantan todas las restricciones a los ciudadanos estadounidenses para comprar o disponer de valores de la empresa de Shenzhen, que emitió un comunicado en el que reitera que es «una corporación abierta, transparente, que cotiza en bolsa y que se gestiona de forma independiente».

Se revierte así una de las últimas decisiones del Ejecutivo de Donald Trump, que incluyó a Xiaomi en su lista negra el pasado 15 de enero, menos de una semana antes de producirse la transición presidencial. Algo parecido a lo que hizo en diciembre del 2020 al reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, con la diferencia de que el Gobierno español se quedó de brazos cruzados -eufemismo de «diplomacia discreta», según nuestra ministra González Laya- y los chinos no: presentaron una demanda y, ya en marzo, la Justicia estadounidense suspendió de forma cautelar la inclusión de Xiaomi en dicha lista.

Pero al margen de las diferencias entre cómo defienden sus intereses en China y en España -aclaro: el Gobierno español sí vela por sus intereses, pero estos no coinciden necesariamente con los de España-, me provoca hilaridad esa catalogación de «Compañía Militar Comunista China» y el tufo a caza de brujas que desprende. Como en los peores tiempos del senador Joseph McCarthy, Estados Unidos se ha enfrascado en una cruzada contra la hidra amarilla, personificada en sus tecnológicas más pujantes. Lo hicieron con ZTE, después con Huawei y pretendían repetir la jugada con Xiaomi, pero por cada cabeza que cortan les aparecen otras dos más. En el ránking mundial de vendedores de smartphones, cinco de los siete primeros fabricantes son chinos, con Xiaomi en tercera posición y subiendo. Y cuidado, porque ZTE ha vuelto a lanzar teléfonos móviles de última generación y Huawei anuncia que en junio estará disponible HarmonyOS, su sistema operativo propio, una alternativa al Android de Google. El mercado global no cree en las brujas.