¿Qué es el Müller-Weiss, la enfermedad en el pie de Nadal?

Juan Dios PODÓLOGO. PRESIDENTE DEL COLEXIO DE PODÓLOGOS DE GALICIA.

OPINIÓN

María Pedreda

07 jun 2022 . Actualizado a las 00:10 h.

Competir profesionalmente y al más alto nivel es duro y exigente, pero hacerlo con dolor durante años es sobrenatural. Rafa Nadal, el tenista masculino con más grand slam de todos los tiempos conoce bien esta sensación. Sufre la enfermedad de Müller-Weiss, una rara lesión que arrastra en su pie izquierdo desde el principio de su carrera deportiva.

Esta patología, poco frecuente, se puede definir como una enfermedad degenerativa que afecta al hueso escafoides del tarso medio del pie del adulto, en la zona más alta del pie. Múltiples causas pueden motivar su aparición, entre ellas el retraso en la osi?cación del escafoides en la infancia, sumado a una distribución no uniforme de las fuerzas de compresión, que se suele manifestar a partir de la cuarta o quinta décadas de vida.

En el caso de Rafa Nadal, debido a la gran carga de partidos y al estricto seguimiento médico, le diagnosticaron esta patología en el 2005, con tan solo 19 años. Desde ese momento ha tenido que convivir con una enfermedad que provoca deformidad en el hueso y dolores importantes, los mismos que le obligaron a parar hace tan solo unos meses y que, tras un largo proceso de recuperación que comenzó el pasado mes de agosto, le mantuvieron apartado de las pistas durante semanas.

Las pruebas radiológicas o de resonancia magnética en clínica son fundamentales para analizar la situación actual del hueso. En las primeras fases de la enfermedad se producen alteraciones y deformidades, pero, a medida que aumenta su gravedad, el escafoides puede sufrir roturas por estrés, apareciendo aplanado, e incluso derivar en una artrosis.

El tratamiento podológico inicial suele ser conservador. Normalmente se prescriben soportes plantares a medida que reparten y descargan la presión, además de inmovilizar la zona si el grado de dolor es alto. También se pueden prescribir analgésicos o antiinflamatorios, tratamientos de terapia física y/o infiltraciones. Este ha sido el plan seguido por Nadal durante buena parte de su carrera.

Pero ha sido este año cuando los síntomas se han hecho tan intensos que el tenista de Manacor se ha sometido a un tratamiento novedoso, en aras de reducir el dolor y corregir la deformidad. Estos tratamientos más invasivos se aplican solo cuando la deformidad es grave y los soportes plantares ya no son suficientes para realizar la actividad que se desea.