La viruela del mono tiene tratamiento

María del Mar Tomás Carmona MÉDICA MICROBIÓLOGA DEL CHUAC. INVESTIGADORA DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA (INIBIC) Y PORTAVOZ DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ENFERMEDADES INFECCIOSAS Y MICROBIOLOGÍA CLÍNICA

OPINIÓN

Brian W.J. MahyCenter for Disease Control and Prevention | EFE

31 may 2022 . Actualizado a las 09:09 h.

Hace unos días, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) publicó un informe sobre el estado del brote actual de la viruela del mono (monkeypox). Se han localizado casos en Pakistán, Israel, Canadá, EE.UU. y Australia, así como en doce países de Europa (Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Portugal, España, Suiza, Países Bajos, Noruega, Dinamarca y República Checa). España es uno de los países con mayor incidencia de casos.

La secuenciación del genoma llevada a cabo por investigadores del Instituto de Salud Carlos III confirma que el virus del brote que se está produciendo en España pertenece al grupo filogenético de África Occidental, que es el de menor virulencia entre los conocidos y el que se ha identificado, por el momento, en la mayoría de los países implicados fuera de África.

En la mayoría de los casos, la evolución es favorable y no es necesario tratamiento específico, sino vigilancia y control para evitar complicaciones como son las sobreinfecciones bacterianas de las lesiones. Sin embargo, en los casos en que sea necesario por su evolución clínica y/o epidemiológica, se dispone tanto de tratamientos antivirales como de vacunas post-exposición.

Los tratamientos antivirales, que podrían ser aplicados en los casos severos que requieran hospitalización o en los pacientes de riesgo de enfermedad severa como los inmunodeprimidos, son tecovirimant (aprobado por la FDA en Estados Unidos y con experiencia en ensayos clínicos en humanos), cidofovir y brincidofovir (tratamientos sin datos clínicos en humanos).

Las vacunas post-exposición, aprobadas también por la FDA en Estados Unidos, son Jynneos y Acam2000, ambas con una eficacia en torno al 85 % dentro de los primeros cuatro días tras la exposición, aunque podrían ser aplicables en los 14 días iniciales.