Los antecedentes
Para plantear la hipótesis y la consulta, habremos de situar al lector resumiéndole lo que, sin dudarlo por nuestra parte, ya conocen sobradamente, pero que ha de exponerse para que nadie, por si acaso, no disponga de toda la información. Por esta, Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y Meritxell Batet, acerca del intento de golpe de Estado de Bolsonaro en Brasil, calcado al de Trump hace dos años y cuatro días, han manifestado su repulsa. Para este grupo, identifiquémosle con la letra A, los sucesos de anteayer en Brasilia fueron deplorables y dieron su apoyo expreso al presidente Lula, legitimado en las urnas. En la letra B incluiremos a Santiago Abascal, Inés Arrimadas, Núñez Feijoo y Cuca Gamarra. El de Vox no ha abierto la boca ni tocado el teclado, acorde con su camarería con Bolsonaro, Trump, Orbán o Putin; la de Ciudadanos condenó, pero no citó a Lula, exactamente igual que Feijoo, ninguneo que no perpetrarían si la violencia de las masas tuviera por sujeto, y es un decir por decir, a Giorgia Meloni, y, finalmente, la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, no ya no condenó ni escribió en su corto tuit las sílabas Lula; no, Gamarra deslizó que Madrid sería el próximo Brasilia y Washington. Textual: «Contigo [alude la Cuca a Sánchez], en España esto ahora es un simple desorden público…»; luego, ante las censuras multitudinarias, seguramente también de gente moderada de su partido, se camufló de sofista, siguiendo a Feijoo. Esto es, desde una premisa falsa se monta un razonamiento lógico perverso. La premisa falsa: como el Gobierno eliminó del Código Penal el delito de sedición, la tropa de Bolsonaro, en España, no sería castigada. El razonamiento lógico perverso: el levantamiento en Brasil fue una rebelión, no una sedición, y una rebelión en España acarrea penas de hasta 30 años de prisión. La perversión, entonces, desnudada.
La hipótesis
El lector ha de aventurar una rebelión apoyada por el Ejército, que ha sido una constante en nuestra historia. Es, sin embargo, una hipótesis, y como tal la planteamos.
La consulta
¿Cuál de los dos grupos, el A o el B, al entender del lector, apoyaría a los militares? ¿O estos al grupo precursor, sea el A, sea el B?
(Por nuestra parte, de materializarse la hipótesis, nosotros seríamos uno de los miles y miles y miles y miles que, el conjunto de A o de B, iría a arrancarnos de la cama de madrugada y nos llevarían a un paredón de cualquier cementerio).