La razón de Estado

OPINIÓN

Prueba de coronavirus
Prueba de coronavirus Principado de Asturias

08 may 2023 . Actualizado a las 09:58 h.

Aunque no suelo involucrarme en asuntos políticos -me parecen temas increíblemente complejos- hoy haré una excepción, el motivo es el gran debate que está generando algo que, a mi entender, resulta obvio, demasiado obvio para no opinar. Me refiero a la decisión tomada por las autoridades de demorar en exceso las medidas «agresivas» en torno al problema del coronavirus.

En realidad, esta decisión política no es nueva, en la historia se han dado incontables situaciones en la que los reyes, gobernantes, jefes tribales… escogieron la opción más «beneficiosa». Como ya intuye el lector, el quid de la cuestión es beneficiosa, ¿para quién?

No adelantemos aún las conclusiones y analicemos el problema que nos trae. Imaginemos varias posibilidades… vamos a ver qué podría haber ocurrido:

Escenario 1: «Más vale prevenir» a tenor de lo ocurrido en otros países, el Gobierno toma medidas drásticas para atajar la propagación de un nuevo virus que resulta muy contagioso. La medida más agresiva es ordenar el cierre de todas las fronteras tanto terrestres, como marítimas y aéreas, con lo que el país quedaría aislado pudiendo únicamente retornar aquellos compatriotas que se encontraran fuera del territorio español, siempre que se comprometieran a cumplir una rigurosa cuarentena en sus hogares. Ningún país de Europa habría tomado unas medidas similares por lo que España se convertiría en una burbuja, aislándose no sólo sanitariamente sino de forma económica. Las consecuencias inmediatas serían caer en una profunda crisis económica al cortar tanto el flujo de mercancías como del turismo. Los tres sectores saldrían mal parados, muchas materias primas escasearían, las fábricas se paralizarían, habría cierres masivos con el consiguiente paro… Eso sí, la epidemia no nos alcanzaría.

Escenario 2: lo vamos a llamar «A ver que va pasando». De momento el Gobierno está esperando a ver lo que pasa en otros países cercanos, no los de oriente ? Que son de otra cultura y no se pueden comparar con la idiosincrasia occidental y menos la latina ? El flujo de personas continúa y no se plantean medidas preventivas. Comienzan los contagios, aun así, como ningún estado hace gran cosa, se continúa… observando. La epidemia se convierte en pandemia y el Estado ahora sí va tomando medidas cada vez más extremas, primero ordena el confinamiento en los hogares, después el cierre de fronteras, de toda la productividad que no sea de primerísima necesidad, etc. El problema es que es demasiado tarde y el virus se propaga, hay miles de contagiados por no hablar de muertos, el sistema sanitario se colapsa, se produce una crisis económica que dura varios meses provocando cierres masivos y paro.

Escenario 3: a esta eventual circunstancia le daremos el nombre de «Agárrate que llega». Las autoridades, pese al conocimiento de lo que va a venir, hacen caso omiso, la vida transcurre como siempre hasta que comienzan los primeros casos, éstos se propagan de forma fulminante, la población se contagia masivamente y se producen miles de muertes, el sistema sanitario se colapsa, se produce una merma muy importante de la productividad ocasionada por las bajas laborales. Toda esta situación genera una colosal mortalidad y una crisis global del sistema que se extenderá durante varias semanas.

Cierto es que fruto de las combinaciones, las posibilidades pueden multiplicarse hasta el infinito, pero simplificando, éstos son los tres escenarios más plausibles. Pero ahora vayamos a lo que condiciona a los Gobiernos, es decir a la política… ¿Qué pasaría en el Escenario 1? Lo que ocurriría sería que la percepción de la población sería de perplejidad y reproche «¿qué ha ocurrido?, ¿era necesario haber tomado esas medidas para nada?», aun en el caso de que los países de alrededor hubieran sucumbido a la inacción, la apreciación de la ciudadanía sería «a nosotros no nos hubiera pasado, hemos sido más papistas que el Papa». Efectivamente el Gobierno hubiera sido el responsable de la quiebra del país con todo lo que significa eso (ya lo conocemos), pero también de haber salvado muchas vidas.

En cuanto al escenario 2. Al gobierno se le reprocharía su pasividad inicial, las muertes. La ciudadanía estaría asustada y molesta, pero sobrellevando las penas con el consuelo de que todo el mundo está igual. Después de la tempestad… paro para los menos afortunados y precariedad para el resto, adiós a las vacaciones, fuera extras, aumentos… 

Por último, el escenario 3. La sociedad está asolada, todos conocen a algún fallecido amigo o familiar. La economía se va abriendo camino después de un profundo bache, pero a cambio de soportar una cicatriz más, otra herida a la que ciertos países estoicos están acostumbrados a sufrir. De quién es la culpa, ¿será del gobierno?, ¿del virus?, ¿de los chinos? La opinión está dividida y es imposible encontrar al responsable.

Ahora la pregunta que le hago es ¿qué escenario de estos tres sería el que facilitara la permanencia del gobierno? O dicho de otra manera ¿cuál sería el escenario donde la opinión pública fuera menos dura con sus gobernantes? 

No, no hace falta que conteste, es lo que tenemos. Como ven la razón de estado, al más puro estilo maquiavélico, es lo que dirige nuestras… ahora más que nunca, despreciables vidas.