Las personas jóvenes queremos, aunque no nos dejen
OPINIÓN
A pesar de ser la generación mejor formada, las personas jóvenes vivimos atrapadas en la precariedad. Y cuesta remover los obstáculos que harían posible y necesaria la emancipación a la que aspiramos. Las reglas del juego que nos impone el actual mercado laboral e inmobiliario tienen la culpa. Pero nos negamos a aceptar que todo está perdido y si hay algo que caracteriza a CCOO es la generación de propuestas para salir adelante, y para ello las hemos llevado a la concertación que ha empezado a negociarse.
Los principales enemigos de Asturias, el paro, la precariedad y la pobreza, se han ensañado particularmente con la juventud. La EPA concretó hace unos días que la tasa de desempleo de la población entre 16 y 25 años ha subido hasta el 28,63%, siendo más del doble que entre la población en general (11,81%). Según recoge el último informe del Observatorio de la Emancipación del Consejo de la Juventud, Asturias es la segunda comunidad del país con mayor índice de temporalidad en el empleo (en torno al cincuenta por ciento) y la tasa de pobreza y exclusión social ronda el 40%, cuando la media es del 25,3%.
Al mismo tiempo, el coste del alquiler de la vivienda en nuestro país no para de crecer: se ha disparado un 64% en la última década. En Asturias se registró el año pasado, con un alza del 11,8%, el mayor aumento desde 2008. Las personas jóvenes queremos tener un proyecto de vida pero… no nos dejan.
El informe Jóvenes en el mercado laboral asturiano en 2023 elaborado por nuestro sindicato destacaba asimismo que los menores de 25 años habían tenido unos ingresos salariales medios anuales de 7.260 euros. Y así no hay quien viva.
La inestabilidad laboral, el escaso poder adquisitivo y las crecientes dificultades para acceder a la vivienda explican que solo el 16,6% de la población asturiana de 16-29 años esté emancipada. El Consejo de la Juventud ha llegado a la conclusión de que ni siquiera con un sueldo de 1.400 euros netos al mes, una persona joven podría alquilar una vivienda en solitario.
Además de soportar empleos generalmente inestables y mal remunerados, nos «obligan» -si conseguimos emanciparnos, lo que solo logra uno de cada seis en Asturias- a vivir en un piso compartido, como si siguiéramos siendo estudiantes.
Para tratar de obtener una imagen ajustada de nuestra situación, Comisiones Obreras elaboró recientemente el informe Radiografía socioeconómica del estado de la juventud en España, en el que destaca que solo un 23,3% de las personas de 30 años consiguen alcanzar la «plena autonomía personal», consistente en estar emancipadas con un empleo indefinido a tiempo completo que les permita tener suficientes ingresos para vivir de manera digna. Según ese criterio, las personas jóvenes no terminamos de alcanzarlo hasta los 38 años.
El estudio de CCOO también resalta que hasta los 24 años el empleo asalariado de la población joven es mayoritariamente precario, y el tramo de 30 a 34 todavía sigue registrando una composición de empleo de peor calidad que la de mayores de 35. Y trabajamos más a tiempo parcial porque no encontramos un empleo a jornada completa.
Pero la estabilidad en el empleo ha mejorado indudablemente con la reforma laboral: la tasa de temporalidad de la población joven de 16 a 29 años ha bajado en nuestro país desde el 55% al 36% entre 2019 y 2023. Y la mejora en las condiciones laborales se empieza a trasladar, aunque tímidamente, a la evolución de los salarios.
Donde no se han producido avances tangibles ha sido en la cuestión de la emancipación y el acceso a la vivienda, en gran medida por la ausencia histórica de una política de vivienda en nuestro país para que haya un parque de vivienda público más ambicioso, que acoja a amplios sectores de la población y que sea capaz de controlar los precios de manera efectiva.
Y no tiene por qué ser así. No nos resignamos. Desde el Espacio Joven del sindicato hemos aportado una serie de propuestas a la concertación que acaba de ponerse en marcha en Asturias. Además de un plan de choque por el empleo específico para jóvenes, reclamamos una estrategia integral de juventud que posibilite también el retorno mediante la inversión en I+D+i y que se desarrolle con interlocución de los agentes sociales.
En cuanto a la vivienda, necesitamos un aumento del parque público, agilizar la gestión de las ayudas al alquiler (que deberían convertirse y regularse como un derecho subjetivo que reciban todas las personas que cumplan los requisitos) y establecer un plazo máximo de un mes para la resolución y concesión de la ayuda. Para favorecer en concreto el acceso a la vivienda de las personas jóvenes habría que ampliar el tiempo máximo de disfrute de las ayudas, ahora limitado a dos años.
Además, el aumento del parque público debería girar en torno a condiciones de acceso a las viviendas públicas que ronden sobre el 2,5 o 3 veces el IPREM por persona como umbral de renta, para garantizar que una persona joven que es camarera, técnico en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE), operario de producción en una fábrica, o autónoma con un pequeño negocio…, podamos acceder a este tipo de programas de vivienda pública.
Los precios del alquiler (tanto para inmuebles completos como para habitaciones) deben estar tasados y ser estables (un piso de 70 metros cuadrados, por ejemplo, por no más de 250 o 300 euros al mes) y con contratos de alquiler a largo plazo.
Asturias debe ser una región de futuro para su juventud y debe proporcionarnos estabilidad y recursos económicos suficientes. Se puede salir del paro y la precariedad. Se puede facilitar el acceso a la vivienda. Se puede conseguir desarrollar un proyecto de vida cuando llega el momento. Desde CCOO de Asturias trabajamos y trabajaremos para ello.
*Helena Plaza es la responsable de Espacio Joven de CCOO de Asturias