¿Cuáles serían las ventajas o consecuencias de celebrar el Mundial en Gijón?

OPINIÓN

El Molinón - Enrique Castro 'Quini' opta a ser sede del Mundial 2030
El Molinón - Enrique Castro 'Quini' opta a ser sede del Mundial 2030 Real Sporting de Gijón

03 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Es evidente que la ciudadanía estamos sumidos en un mar de contradicciones por la falta de información y conocimiento de un proyecto claro y preciso, de las ventajas o inconvenientes para nuestra ciudad sobre la celebración del Mundial en 2030.

Soy aficionado al fútbol y Sportinguista, pero no seré yo quien defienda un evento en el que de lo poco que se conoce, es que la FIFA exige que el ayuntamiento de la ciudad ponga 50 millones de euros por la celebración de este acontecimiento deportivo en nuestra ciudad. Esto sin contabilizar quién debería sufragar la remodelación del campo, estimada en 150 millones de euros, que corresponderían en teoría al Ayuntamiento, que es el propietario, y que previsiblemente saldrían del erario público. Y en ese sentido, está claro que tal acontecimiento sería inviable, habida cuenta de las grandes necesidades económicas y prioridades que tiene esta ciudad en materia de un desarrollo sostenible, modelo de ciudad, contaminación, necesidades sociales y de creación de empleo. 

Por el contrario, si los que defienden con vehemencia la celebración del Mundial son capaces de presentar una alternativa económica que sea viable para la organización, que permita sufragar los gastos sin que estos salgan de la precaria economía del contribuyente, está claro que podría ser un gran acontecimiento para la ciudad y para Asturias.

Yo me pregunto, si desde el tiempo que conocemos esta posibilidad, se sondearon otras alternativas económicas de financiación, o solo se limitan a decir que es interesante porque algunos sectores de la economía se van a beneficiar directamente, pero poniendo el dinero los de siempre, pues sencillamente sería inadmisible e inasumible.

La ciudadanía, como es natural, está muy confusa y dividida por el ocultismo y la falta de información que se cierne en torno a la posibilidad de que se pudiera repetir lo de 1982, porque nuestra opinión solo cuenta cada cuatro años, para poner o quitar políticos. Unos a favor porque consideran que es bueno para Gijón y para Asturias (sin entrar a discutir que puede serlo y mejorar mucho el estado de esta ciudad), y otros en contra porque consideramos que puede ser una ruina dado que la pasta y todo el gasto de inversión saldría de nuestros bolsillos y afectaría aún más a nuestras maltrechas economías.

Un día leemos en la prensa que se rechaza esta opción por parte del ayuntamiento porque no puede asumir un riesgo tan elevado, incluso gastándose un dineral en una campaña de mupis informativos para sensibilizarnos a la ciudadanía de la decisión municipal. Días después nos sorprenden con nuevas noticias y nos dicen que se vuelve a retomar el asunto y que no está descartada la posibilidad del gran acontecimiento futbolero mundial. Con posterioridad escuchamos al teniente alcalde, Jesús Martínez Salvador, que dice que en el Molinón se van a invertir por parte del Ayuntamiento 20 millones de euros, con mundial o sin él (casi la mitad de lo que pide la FIFA), y que tampoco conocemos con exactitud si esa versión es del todo cierta o no, ya que existen dos versiones contradictorias entre sí. O nos toman el pelo, o es que ya empezó la próxima campaña electoral, o ambas cosas a la vez.

La ciudadanía merecemos un respeto, y deberíamos de conocer toda la información real sobre las consecuencias a favor o en contra de que Gijón sea sede del Campeonato Mundial de Fútbol. Porque sin duda, esto traería cuestiones positivas y también negativas que habría que poner en la balanza ciudadana, y que esta pueda opinar y decidir, con datos claros y transparentes, que contengan otras propuestas e iniciativas de colaboración si las hay, porque todo parece muy extraño en las formas de hacer y manejar este asunto solo entre Ayuntamiento y el grupo Orlegi Sports, propietario del Sporting, el cual parece que sería el mayor beneficiado por el inmenso volumen de negocio que se mueve en todo su entorno. También sería conveniente que sepan que existen mecanismos democráticos como la consulta ciudadana para el derecho a opinar, algo que nunca hacen habiendo sido elegidos para eso.

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón (c), suscribe el protocolo general de actuación para el impulso de la candidatura Asturias 2030 al Mundial de Fútbol con la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón (2i), el presidente del Grupo Orlegi Sports, Alejandro Irarragorri (2d), y el consejo de administración del Real Sporting de Gijón, Alejandro Irarragorri (2d), este jueves en Oviedo
El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón (c), suscribe el protocolo general de actuación para el impulso de la candidatura Asturias 2030 al Mundial de Fútbol con la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón (2i), el presidente del Grupo Orlegi Sports, Alejandro Irarragorri (2d), y el consejo de administración del Real Sporting de Gijón, Alejandro Irarragorri (2d), este jueves en Oviedo J.L.Cereijido | EFE

Determinar que los beneficios o perjuicios económicos de que Gijón sea sede de la Copa Mundial de Futbol puede depender de varios factores y circunstancias específicas. Se tendrían que analizar algunos puntos generales que podrían influir en la economía local:

Lo primero que se debería saber a ciencia cierta, es a quién corresponden las inversiones necesarias para cumplir con los requisitos de la FIFA, que parece ser que gran parte de ellas recaerían sobre los gobiernos locales, autonómicos y estatales; en la construcción y mejoras, como los estadios, carreteras y servicios públicos, etc.

Empresas privadas que pueden ser las grandes beneficiadas. La inversión privada puede estar involucrada en la construcción de instalaciones deportivas, patrocinios y acuerdos comerciales y políticos relacionados con el evento.

Patrocinadores y socios comerciales. La FIFA, como en todos los mundiales, busca patrocinadores y socios comerciales que contribuyan financieramente al evento. Estos fondos podrían destinarse a diversos aspectos, desde la organización del torneo hasta la promoción y publicidad, aunque los beneficios suelen ser íntegramente para la FIFA, salvo que se negocie un acuerdo de reparto entre todos los estamentos implicados.

Venta de entradas y derechos de transmisión. Los ingresos generados por la venta de entradas y los derechos de transmisión también contribuyen a financiar el evento, pero estos ingresos se distribuyen siempre entre la FIFA y las federaciones estatales anfitrionas.

Es importante también tener en cuenta que la asignación de responsabilidades financieras puede cambiar en base a los acuerdos específicos que puedan surgir entre la FIFA, los organismos gubernamentales y los socios privados. También sería crucial que las inversiones se realicen de manera trasparente y sostenible considerando los posibles impactos en la ciudad y sus habitantes.

Posibles beneficios económicos

Turismo y Hostelería. La celebración de un evento de tal magnitud, previsiblemente atraerá a miles de visitantes, lo que puede aumentar la demanda de servicios de hostelería en toda Asturias, como hoteles, restaurantes, bares y tiendas locales.

Inversión en Infraestructura. La realización de este acontecimiento deportivo, implica casi siempre mejoras en infraestructura local, como carreteras y transporte público, y posiblemente podría ser una la solución para la tan deseada y reivindicada estación intermodal y la puesta en marcha del Metrotrén, que mejore el servicio de trasporte en la ciudad y a la vez recuperar el dinero enterrado en los túneles de la ciudad sin utilidad alguna. Inversiones que, si se hacen con criterio y sentido común, al margen de especulaciones y comisiones suculentas, podrían tener un impacto positivo a largo plazo para la ciudad.

Generación de empleo. La organización del evento y la gestión requerirán mano de obra adicional, lo que podría traducirse en creación de empleo temporal y también a largo plazo en la industria, turismo y otras actividades. Eso sí, habría que estar muy vigilantes para que el empleo no sea en condiciones de esclavitud como ocurrió en otros países.

Promoción de la ciudad. Ser sede de un Campeonato Mundial reconocido en todo el mundo puede aumentar la visibilidad y la reputación de la ciudad, atrayendo nuevas inversiones y visitantes. Por su puesto, sabiendo gestionar y administrar todos los recursos económicos en beneficio de la colectividad. 

Perjuicios económicos

Costos de organización. Organizar esta fase del mundial en nuestra ciudad que durará tan solo unos días, conlleva, como podemos ver, costos significativos: desde la construcción y mantenimiento de instalaciones, hasta seguridad y logística. Si estos costos no se gestionan adecuadamente como casi siempre ocurre, podrían superar los beneficios económicos y generar una ruina económica para las arcas públicas.

Impacto de movilidad. La congestión de tráfico y la interrupción de las actividades cotidianas debido a esta celebración deportiva podrían afectar negativamente a empresas locales, a otras actividades y a la vida diaria de los residentes, ajenos en su trabajo y sus negocios al mundo del fútbol.

Riesgos de seguridad. La seguridad de un acontecimiento tan inmenso es una preocupación importante, si además tenemos en cuenta que coincidirá en pleno verano, lo que conlleva, como todos los veranos en esta ciudad, a un mayor número de visitantes, por lo que tendrán que implementarse muchas más medidas para garantizar la seguridad, con elevados costos adicionales, no solo para la ciudadanía de siempre, sino también para la enorme afluencia de personas que en esa fecha habrá en una ciudad desbordada de visitantes, futboleros o no y de turistas en general.

Uso de recursos públicos. La financiación pública destinada al gran acontecimiento, de la que ningún organismo aún se ha pronunciado, al menos que sepamos, podría generar infinidad de problemas si se comprueba que esos recursos se desvían con otras finalidades o sirven para engordar las arcas de los que casi siempre se benefician y se lo llevan calentito sin asumir ningún riesgo.

En resumen, los beneficios económicos pueden ser significativos, pero también hay riesgos y desafíos que deben abordarse cuidadosamente, y más cuando vemos los escándalos de corrupción que nos salpican, incluso en materia tan sensible como es la sanidad en tiempos de pandemia y los negocios que se hicieron a cuenta de ella, como para pensar ahora que en el manejo de tantísima pasta va a ser todo transparente como el cristal.

Parece ser que hay un informe de impacto económico que maneja el equipo de Gobierno que solo ellos conocen relacionado con la celebración del mundial, siendo la hostelería la más beneficiada, seguida por el comercio y el transporte. Este informe debería compararse al de otros veranos donde se habla de saturación turística, incrementada esta desde que Asturias se empieza a considerar refugio climático, para conocer el verdadero impacto con la celebración del Mundial.

El informe secuestrado, considera también relevante la inversión en infraestructuras, la cual influye más allá del Mundial, así como el desarrollo de un modelo de negocio en los espacios renovados en torno al nuevo estadio. A todo ello se debería añadir, si es que lo hay, el valor promocional y publicitario para Gijón y para toda Asturias en un futuro a largo plazo, que pueda mejorar nuestras condiciones de vida, trabajo y prosperidad. De no ser así, para lo que puede servir este evento es para acabar de arruinar aún más nuestra maltrecha economía, pues hay que decir que de experimentos fracasados ya vamos más que sobrados. Pero no nos sigan engañando ni ocultando la realidad, ya que hay algo más en juego que un balón en el campo. Y que nuestra opinión también se tenga en cuenta sin tener que esperar cuatro años.