El alojamiento para los romeros que van a Santiago afrontará este verano su cuarto traslado en seis años
14 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El primer peregrino de Oviedo es el propio albergue público para los romeros que se dirigen a Compostela. Las instalaciones, gestionadas por la Asociación Asturleonesa de Amigos del Camino de Santiago, preparan su cuarta mudanza en seis años a medida que avanza el mes de junio. El día 30 expira el alquiler de un espacio de 600 metros cuadrados en el complejo del Seminario Diocesano, que durante un año ha servido como sede provisional, y el ayuntamiento, que se hace cargo del pago de la renta, vuelve a buscar un lugar para acoger a los turistas que, por motivos religiosos o culturales, llegan a la ciudad atraídos por la tradición jacobea. El Boletín Oficial del Principado publicó este lunes las condiciones del nuevo concurso de adjudicación. El consistorio está dispuesto a pagar hasta 228.000 euros en tres años por otro local alquilado mientras las administraciones toman una decisión definitiva sobre la construcción de un nuevo albergue.
El albergue original de la calle San Pedro Mestallón dejó de utilizarse en 2010. Con su capacidad limitada -16 plazas-, se había quedado pequeño ante el éxito de los caminos del norte y el aumento de los usuarios. En 2015, después de la inclusión de los Caminos del Norte en la lista de bienes culturales protegidos por la Unesco, pasaron de forma oficial por Oviedo 4.900 peregrinos, lo que lleva a pensar que este año, por primera vez, se superará la marca de los 5.000 romeros. La Asociación señala, además, que la ciudad ha dejado de ser solo un lugar de paso hacia Santiago desde otros puntos de partida para convertirse en una de las puertas de entrada a la ruta, uno de los lugares hasta el que los caminantes llegan en avión, tren o autobús para empezar el trayecto a pie bien por el Camino Primitivo, a través de la ruta montañosa del suroccidente de Asturias, bien por la ruta costera que desde Gijón y Avilés sigue el perfil del litoral cantábrico.
Ese aumento de la demanda y la posición mejorada de Oviedo en la ruta beneficia a la ciudad con un nuevo flujo de turistas, pero también la enfrenta al problema de cómo atender sus necesidades. El alojamiento de San Pedro Mestallón era insuficiente, pero su sustituto, un chalé en la calle Adolfo Posada alquilado a la orden dominica, aunque era más espacioso, tampoco resolvió el problema. Los peregrinos solían dejar constancias de sus quejas por su falta de servicios y por la falta de adecuación del inmueble a su uso como albergue. En el Seminario han desaparecido esas protestas, pero el ayuntamiento solo ve esa sede como una solución provisional. Pensaba usarla solo seis meses, hasta finales de 2015 , aunque en enero decidió la prórroga por otro medio año y casi 22.000 euros de alquiler.
La solución definitiva pasa por la construcción de otro albergue. En la etapa de Agustín Iglesias Caunedo en la alcaldía, el equipo de gobierno llegó a proponer al Principado la financiación a medias de unas obras para transformar en alojamiento una parte del monasterio de San Pelayo, al pie de la catedral. La Administración autonómica, sin embargo, rechazó esa oferta con el argumento de que el área escogida por el ayuntamiento estaba destinada a la conservación de documentos históricos.