Estos son los deberes que se impone Wenceslao López para el final de mandato

efe REDACCIÓN

OVIEDO

Wenceslao López y Silvino González, en la sede de la Agrupación Municipal Socialista de Oviedo (AMSO)
Wenceslao López y Silvino González, en la sede de la Agrupación Municipal Socialista de Oviedo (AMSO)

El alcalde de Oviedo se muestra satisfecho con una gestión coartada por los «fiascos y los despilfarros» heredados del PP

25 may 2018 . Actualizado a las 13:29 h.

El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, ha hecho balance de sus tres años al frente del ayuntamiento, asegurando que está «muy satisfecho» con su trabajo dadas las «terribles y muy negativas» circunstancias, y ha apuntado que le gustaría tener «encauzados» los proyectos del Cristo-Buenavista y de La Vega antes de finalizar el mandato. Durante el acto de presentación del manifiesto «A un año de las elecciones municipales 2019», que ha tenido lugar en la Casa del Pueblo de Oviedo, López ha resaltado la labor de un Gobierno municipal cuya seña de identidad ha sido «el diálogo», sin importar «el color de la formación» con la que se llegan a acuerdos. Asimismo, ha destacado la puesta en marcha de proyectos tan importantes para el futuro de la ciudad como el Cristo-Buenavista, La Vega o el Naranco.

Ha recordado que a su llegada los críticos avanzaban que el Gobierno del tripartito de PSOE, Somos e IU iba a ser «un caos» en el que nada funcionaría, y al final ha conseguido sacar adelante estos proyectos al mismo tiempo que ahorraba cuatro millones de euros al año y reducía la deuda de 100 a 80 millones de euros. Una labor que ha sido posible a pesar de las dificultades que han supuesto sentencias como la de Villa Magdalena o el Calatrava, y un sinfín de «fiascos y despilfarros» como el Asturcón, el Auditorio o la SOF, entre otros. Fiascos que ha atribuido a las «ocurrencias» de la época de Gabino de Lorenzo (PP) en la Alcaldía, que «tenía muchas y ahora estamos sufriéndolas todas».

Sobre este asunto, ha subrayado la importancia de ser cuidadoso con el dinero público, ya que los proyectos no pueden surgir de «ocurrencias», sino que deben seguir un proceso de «ocurrencia, idea y proyecto» antes de ejecutarlo. Asimismo, ha incidido en la «sensación de impotencia» que supone la falta de personal en el ayuntamiento, el principal hándicap del consistorio, ya que es muy frustrante no poder atender las demandas de la ciudadanía ni sacar adelante proyectos por falta de gente a pesar de «tener dinero para ello».

Sin embargo, ha valorado que en estos tres años Oviedo ha tenido «avances importantes» gracias a que el tripartito ha sabido confluir en las decisiones de cierta importancia para la ciudad, a pesar de las tensiones y diferencias que han tenido entre las tres formaciones. Una mentalidad que ha querido trasladar al proyecto regional del área metropolitana, en la que hay que desechar la «confrontación» y los «localismos» y apostar por la «coordinación y la cooperación» para conseguir que este proyecto sea «el motor económico de la región». Un proyecto que puede que no entiendan «todos los ovetenses», ha reconocido, pero que considera necesario para avanzar por lo que «merece la pena el sacrificio», ha indicado.

Por último, al ser preguntado por su hipotética presentación a las elecciones municipales, ha reiterado que no ha pensado «ni por un segundo» lo que pasará en 2019, asegurando que no lo hará hasta que el propio partido le inste a tomar una decisión al respecto.