«Un tsunami» de pruebas contra el asesino de Karla

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La Fiscalía mantiene la petición de pena de 26 años para su expareja, acusado de estrangularla en Melilla

06 jun 2018 . Actualizado a las 12:43 h.

El Ministerio Fiscal ha mantenido la petición de pena de 26 años de cárcel para A.A., acusado de estrangular a su expareja, Karla.P.M., en Melilla, tras la «arrolladora» prueba practicada, que ha definido como «un tsunami de prueba acusatoria» y que no deja lugar a duda de la culpabilidad del acusado como autor de un delito de asesinato. Durante la lectura de las conclusiones finales, el fiscal ha defendido que todo este procedimiento ha supuesto «un pleno del Ministerio Fiscal y de las acusaciones», ya que considera que ha quedado totalmente probado el delito de asesinato, con las agravantes de género, parentesco y aprovechamiento de circunstancias.

Desde su punto de vista, «la asfixió hasta matarla», atacándola por la espalda de manera «alevosa y sorpresiva» y llamó a su hermano para pedirle ayuda, quien le respondió «¿por qué lo has hecho?», como declaró su cuñada en la fase de instrucción, lo que evidencia que acababa de confesarle el asesinato de su expareja. Sobre este asunto, ha resaltado que la defensa no ha sido capaz de practicar ni una sola prueba que demuestre lo contrario más allá que de la versión del propio acusado, que en su derecho legítimo de defensa «ha mentido» y ha presentado una historia «insostenible» que «ni él mismo se cree».

En su exposición, ha incidido en que «nadie pide la absolución», ni siquiera la propia defensa del acusado, que reconoce que es culpable de la muerte de la víctima y que trata de rebajar la pena haciendo creer que fue un homicidio imprudente. Sin embargo, ha descartado la posibilidad de que exista el atenuante de confesión, ya que en ningún momento ha confesado los hechos ni ha colaborado con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para esclarecerlos. Asimismo, ha hecho hincapié en que ha quedado probado el agravante de género, ya que los testimonios de los familiares y amigos de la víctima afirman que «la aisló» de su círculo íntimo y que la controlaba y maltrataba, motivo por el que fue expulsado de España años antes. También ha destacado la constatación de los agravantes de parentesco, ya que era su expareja, y de aprovechamiento de circunstancias, al haberla llevado a una zona despoblada, con poca iluminación, asegurando que «no había mejor lugar para matarla».