Cada 19 de octubre la capital asturiana conmemora el triunfo de las tropas isabelinas frente a los carlistas con una especial jornada gastronómica
17 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Ganar una batalla con la cuchara y no con las armas es digno de celebración. Dejar a un lado la lucha para tratar de conquistar al enemigo con el estómago es algo poco frecuente que en Oviedo tuvo lugar en una fecha imprecisa. La fiesta del Desarme, que se celebra en Oviedo desde antes del siglo XX, conmemora la victoria de las tropas isabelinas frente a los carlistas con un popular menú: Garbanzos con bacalao, callos a la asturiana y arroz con leche.
El año de la hazaña no se ha podido concretar, aunque existen tres teorías que sitúan al Desarme entre 1833 y 1856. Desde el inicio de las guerras carlistas Oviedo tuvo clara su postura fiel al trono Constitucional. La reina Isabell II se alió con los liberales, quienes en su momento se enfrentaban al rival en grupos de ciudadanos armados, estas eran las llamadas «milicias nacionales», encargadas de desarmar a sus contrarios.
La teoría más aceptada cuenta que en julio de 1856 varios batallones carlistas se situaron en Lugo de Llanera a la espera de órdenes para tomar Oviedo. Los vecinos del lugar, defensores liberales, decidieron organizar un rancho especial para el bando contrario, compuesto por los tres típicos platos del menú. Una vez digerido y durante la siesta se les fueron requisadas las armas. En esta primera historia coincide el testimonio, aunque no la fecha.
La segunda teoría se sitúa en el 1 de noviembre de 1833. Los liberales lograron desarmar a a las brigadas carlistas tras ofrecerles dicho menú. Para poder disfrutar de él dejaron a un lado las armas, que les fueron retiradas. Esta misma teoría cuenta con otra versión en la que el menú no se nombra por ningún lado y por la cual los carlistas, en lugar de disfrutar de los tres platos, se encontrarían oyendo misa en la iglesia de San Francisco.
La tercera historia es la que más podría acercarse al origen del menú. El 18 de octubre de 1836 las tropas carlistas entraron a Oviedo por el Camino de Castilla y por la Puerta Nueva. Tras una breve batalla en la que cayeron varios liberales, huyeron de la capital hacia Gijón, que sería tomada el día 22. Al día siguiente, el 19, se celebró el triunfo con un menú compuesto por garbanzos con bacalao. Fue en este momento en el que Oviedo se ganó el sexto adjetivo de su escudo, el de Benemérita.
Sea como fuere, la fiesta del Desarme es una fecha que lleva más de un siglo marcada en el calendario de los ovetenses y demás asturianos. Por eso, cada 19 de octubre, es fácil ver a cientos de familias y grupos de amigos sentados alrededor de la mesa degustando los tres reconocidos platos, que los restauradores ovetenses sirven unas 20.000 veces a lo largo de este día. Un evento importante para quien lo disfruta como para quien lo organiza.