Niños con discapacidad auditiva llevan un mes sin especialistas en colegios de Oviedo

Claudia Granda OVIEDO

OVIEDO

Colás Álvarez y Raúl
Colás Álvarez y Raúl

Educación no ha sustituido las bajas de los logopedas. Las familias denuncian los perjuicios para sus hijos

23 nov 2018 . Actualizado a las 17:06 h.

Colás Álvarez tiene cuatro años y es sordo. A los dos años y medio recibió un implante coclear y desde entonces no ha parado de luchar. Padece hipoacusia bilateral profunda, es decir, pérdida de la capacidad auditiva parcial en ambos oídos. Su condición hace que el pequeño necesite asistencia logopédica constante, tal y como dictaminó la Consejería de Educación, cuando el año pasado comenzó sus clases en el colegio Dolores Medio. Pero el pasado 25 de octubre su logopeda se quedó de baja y, desde entonces, no ha recibido más apoyo. «Colás se encuentra en un proceso de rehabilitación auditiva en el que esta asistencia es fundamental para él. No solo para el habla, sino también para la escucha, la comprensión y, en definitiva, la inclusión», cuenta su madre, Penélope Miranda.

La plaza salió por primera vez a convocatoria de interinos del pasado 6 de noviembre, cuando el pequeño ya llevaba ocho días sin recibir sesiones. A día de hoy, la plaza continúa desierta, lo que repercute directamente a la evolución de las capacidades de Colás. Su madre lleva más de dos semanas tratando de contactar con Ordenación Académica sin llegar a encontrar una solución. «Hace una semana que llamé y no me devuelven la llamada», critica Miranda. 

La respuesta que esta madre recibe por parte de la consejería no incluye solución. «Dicen que ellos no pueden obligar a nadie a coger una plaza», cuenta. La otra respuesta es que puede que la bolsa de interinos se encuentre agotada, aunque tampoco se lo han confirmado. De ser así, los procedimientos a llevar a cabo harían que su hijo se pasase todo el trimestre sin asistencia. «A día de hoy Colás lleva más de 20 sesiones perdidas, eso es mucho parón para él, teniendo en cuenta que en una sesión puede llegar a aprender dos o tres palabras nuevas», explica su madre.

Pero en esta situación no se encuentra únicamente Colás. Raúl Lastra, con su misma edad, se encuentra exactamente en su misma situación pero en distinto escenario. En el colegio Carmen Ruiz-Tilve se encuentran a la espera de que alguien ocupe su plaza de logopedia. Para este pequeño la asistencia es mucho más importante, dado que gran parte de su familia también es sorda. «Las sesiones de logopedia son cruciales en un contexto oral», afirma Penélope Miranda que recuerda que hay muchos niños con otros problemas que repercuten en su habla o entendimiento. 

«Si el plan a, que es el que han llevado a cabo correctamente, no funciona, necesitas tener un plan b», afirma tajante Miranda. «No sé cuánto va a tardar mi hijo en seguir recuperándose, pero cuantas mas sesiones pierda, más tardará en comprender lo mensajes», explica la madre, que asegura que a día de hoy aún tienen que apoyarse en lenguaje de signos para comunicarse con el pequeño. Y el tiempo corre. Porque, tal y como explica, no se trata solamente de cubrir una plaza, sino del tiempo de adaptación de los pequeños a los nuevos asistentes. «Pierden la rutina y tienen que volver a reengancharse, a pesar de ser críos muy pequeños acostumbrados a trabajar con distintos profesionales», afirma.