El tripartito aprueba los presupuestos con la abstención de Ana Rivas

OVIEDO

Ana Taboada, Wenceslao López, Ana Rivas y Cristina Pontón
Ana Taboada, Wenceslao López, Ana Rivas y Cristina Pontón Ayuntamiento de Oviedo

Los socios de gobierno pactan un gasto de 256 millones

09 feb 2019 . Actualizado a las 10:00 h.

No hay día sin sobresaltos en el tripartito de Oviedo. PSOE y Somos, dos de los tres socios de gobierno -junto a IU- han vuelto a escenificar sus discrepancias en un asunto de calado. En los últimos días los reproches habían llegado por el área metropolitana y La Vega, ahora ha sido por las cuentas anuales. Los tres socios han sacado adelante el presupuesto de 2019, pero lo han hecho con la abstención de Ana Rivas, concejal de Infraestucturas (PSOE).

Las cuentas aprobadas por el tripartito contemplan un gasto total de 242,5 millones, a los que hay que sumar los de la Fundación Municipal de Cultura, que asciende a 14 millones. En total, 256 millones. Las inversiones suman 39,1 millones y la autorización para concertar operaciones de crédito es de 33,6 millones. Una vez aprobado por la Junta de Gobierno, se inicia el periodo de presentación de enmiendas. El presupuesto será sometido al pleno del Ayuntamiento que, previsiblemente, lo aprobará definitivamente en marzo.

El documento aprobado por el equipo de gobierno recoge el gasto social más importante de la historia de Oviedo, ya que destinará 4,1 millones de euros para becas y 3,8 millones en ayudas sociales, por los 1,2 millones que destinaba el PP durante su etapa al frente del consistorio. Entre otras medidas destacadas, el ayuntamiento tendrá más dinero para servicios públicos en materia de transporte, recogida de basuras o limpieza, y que habrá una partida de 4 millones de euros para contratación temporal. 

Además, Rubén Rosón, concejal de Economía, recuerda que se trata de un presupuesto récord en Oviedo, ya que «nunca antes este ayuntamiento contó con tanto dinero para ayudas y becas». También señala el edil que las cuentas reservas 15 millones para liquidar los «pufos» heredados de la época del PP y que este equipo de Gobierno ya ha pagado 80 millones por los excesos cometidos durante la etapa del gabinismo. «Todo ello sin recortar en gasto social», apostilla.

Escaso recorrido

El alcalde, el socialista Wenceslao López, ha reconocido que su equipo de Gobierno no podrá ejecutar «prácticamente nada» del presupuesto de inversiones este año, sobre todo aquellas inversiones que se han presupuestado con cargo a préstamos.

En cuanto a las inversiones, aprobar definitivamente las cuentas en abril implica que se retrase hasta junio o julio la concesión del préstamo planteado para sufragar las inversiones. Con estos plazos, «este equipo de Gobierno no va a poder ejecutar prácticamente nada», ha lamentado, ya que el préstamo se concederá ya a la nueva corporación después de las elecciones municipales del 26 de mayo.

Precisamente en las inversiones el primer edil ovetense ha reconocido tener su «punto más débil». A su juicio, han incidido de forma negativa en ello el hecho de que al tripartito le ha tocado asumir la puesta en marcha de la nueva ley de contratos, algo con lo que «todos los entes se han visto afectados» y ha supuesto «demoras importantes». «Sería falso tratar de achacar el poco volumen de inversiones solo al retardo de presupuesto», ha defendido. 

 Discrepancias entre los socios

Las tensiones entre Ana Rivas y Somos vienen de hace tiempo. La principal polémica fue con Rubén Rosón, concejal de Economía, que después de varios reproches públicos entre ambos aseguró que el ayuntamiento había ejecutado un 80% del presupuesto, salvo el del departamento de Rivas, al que acusó de ser la única concejalía con problemas de ejecución.

La respuesta de la responsable de Infraestucturas no se hizo esperar y le replicó asegurando que estaba «obsesionado» en culpabilizarla de los proyectos que no salen adelante con «mentiras y falsedades» y así conseguir «rentabilidad política» de cara a la proximidad de las elecciones municipales. Incluso llegó a afirmar que «no ha aprendido nada de la gestión municipal, ni la de su propia área».

Respecto a la aprobación del presupuesto, Rosón considera que se ha aprobado «casi por unanimidad». «Por primera vez un miembro del equipo de gobierno no aprueba el presupuesto propuesto por el concejal» señala Rosón, quien añade que «entiendo que la abstención se debe, como ella ha dicho, a la coherencia, pero no con este equipo de Gobierno, sino con otros de fuera del ayuntamiento». «No entendemos la abstención salvo que sea una venganza porque Oviedo no haya votado el proyecto de área metropolitana de Lastra», sentencia.

El alcalde ha salido en defensa de Ana Rivas y havjustificando su postura como «una forma de poner sobre la mesa y visibilizar su descontento y malestar». Las áreas que gobierna Rivas, ha explicado, son de inversión y no de gasto, con lo que lleva cuatro años «sufriendo las consecuencias» del retraso en la aprobación de los presupuestos.

Con su abstención, ha defendido, «pone de manifiesto su incomodidad o la insatisfacción de no poder hacer todo lo que quería». «Hay un trabajo hecho que no puedes materializar porque te falta tiempo, porque el presupuesto no se aprobó en tiempo y forma, y eso ha originado esa expresión de malestar totalmente justificada», ha apostillado, para después afirmar que el problema de que no haya un «ritmo adecuado» en la inversión y las infraestructuras «afecta a todo el ayuntamiento».

Sobre este asunto, ha señalado, en alusión al edil de Economía, Rubén Rosón, que «si cada uno hiciese los deberes a tiempo, a lo mejor los demás también podrían tener los deberes a tiempo». «Pero cuando uno no los hace, los demás se ven afectados y tratar de justificar falta de eficacia con argumentos sin razón de ser es tener ganas de incordiar», ha aseverado, después de que Rosón atribuyese la abstención de Ana Rivas a la postura de Somos acerca de la inclusión de Oviedo en el área metropolitana.