Las «nuevas vetas» de Asturias para afrontar la desaceleración económica

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

OVIEDO

Pablo Junceda y Belarmino Feito en el Hotel de la Reconquista de Oviedo
Pablo Junceda y Belarmino Feito en el Hotel de la Reconquista de Oviedo Tomás Mugueta

Las patronales de la región y los responsables de alguna de las principales compañías apuestan por mantener el peso de la industria pero consideran fundamental el impulso a otros sectores

26 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Una buena parte de la sociedad española todavía no ha salido de la crisis y los expertos ya vaticinan otra. El ciclo de bonanza llega a su fin y todos los indicadores comienzan a reflejar un agotamiento que tendrá consecuencias. Este nuevo escenario se agrava en Asturias debido a que su motor económico está en horas bajas. Al cierre total de las minas se suma un horizonte sin térmicas y unos recortes en Arcelor que ensombrecen el futuro. Por ello, los empresarios tienen claro que hay que preparase para lo que viene. Consideran que la industria debe seguir siendo el referente pero que hay que adaptarse a los nuevos tiempos e impulsar sectores como las nuevas tecnologías, el mundo digital, el turismo o el agroalimentario. El objetivo es encontrar una «nueva veta» que sustituya al carbón, aunque no necesariamente tiene que estar bajo tierra.

Belarmino Feito, presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) explica el contexto actual. En su opinión, es pronto para hablar de crisis. «Se ha constatado una desaceleración que coincide con una serie de circunstancias como la guerra comercial o la problemática de la industria europea como consecuencia de los costes medioambientales», señala. Esta situación dificulta el desarrollo y mantenimiento de la industria en Europa, sostiene. Además, a todo esto se suma el Brexit.

Todos estos factores influyen en Asturias, una región en la que, recuerda Feito, la industria supone el 24% del PIB. «Esto hace que aquí la exposición sea mayor que en otras regiones», por ello afirma que «hay que ser conscientes, tanto el gobierno de España como el de Asturias, de estas circunstancias singulares y adoptar medidas de protección en Europa, pero también a nivel nacional». «Estamos de acuerdo en que hay que asumir el reto de la transición energética y medio ambiental, compartimos esa necesidad, pero debe ser una transición a diferente velocidad que en otras regiones. Hay que buscar que sea justa».  

Pablo Junceda, director general de Sabadell Herrero, constata que «los datos macro a nivel internacional, que afectan a España y Asturias, hablan de cierta desaceleración». Pero es optimista respecto al futuro. «Yo pienso que después de la crisis tan dura que hemos pasado, el empresariado asturiano está más que preparado para afrontar dificultades», señala. «Esto no quiere decir que el empresario no necesite que las administraciones apoyen de forma más decidida su actividad», añade. El responsable del banco considera que es necesario introducir cambios en «temas fiscales, de sencillez en procedimientos y tramitaciones».

El responsable del banco tiene claro por dónde pasa el futuro de la región. «Asturias fue, es y debería ser industrial. En vez de fabricar motores de combustión ahora hay que fabricar componentes para motores eléctricos. En vez de sacar carbón, quizá el nuevo eje sea la tecnología, el talento o el turismo. Asturias debe encontrar una nueva veta de carbón que no necesariamente está bajo tierra», apostilla.

El diagnóstico de Félix Baragaño, presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, es similar, aunque aporta un nuevo factor. Según sostiene, «ha habido un cambio de modelo económico y dentro de ese modelo hay empresas que han logrado adaptarse y van bien, gente que tiene productos distintos y se ha internacionalizado. Esto va a seguir siendo así». Por tanto, asegura que el hecho de tener un crecimiento menor «no afecta a muchas empresas porque su cartera de pedidos está fuera y no debe verse afectada si ha recesión».

En su opinión, los tres grandes problemas a los que se enfrenta España son «unas fronteras con una permeabilidad excesiva, los problemas de contaminación del CO2 y la carestía de energía eléctrica». Todos estos asuntos influyen en el funcionamiento de la industria asturiana, sector por el que considera que hay que seguir apostando, aunque cree que debe hacerlo «con nuevos productos». En este sentido, defiende que se impulsen actividades como la agroalimentación, las TICS o el turismo.  

El presidente de la patronal de la construcción en Asturias (CAC), Joel García, analiza la situación del sector que representa. «Estamos en una fase de crecimiento equilibrado», señala, y deja claro que a pesar de que «se ve algún nubarrón», se mantiene el empleo y el crecimiento, por lo que augura «años de bonanza contenida». A pesar de ello, los problemas de la industria les afectan, por ello reclama a Europa «que tome decisiones para proteger lo suyo. No se puede esperar meses para el arancel porque contaminar en Marruecos para no contaminar aquí no tiene sentido».

En cuanto a las medidas que se deberían tomar para impulsar la actividad, García considera primordial reducir los trámites administrativos y la burocracia. «Cuando la economía regional no tiene los fondos que tenía, no tiene sentido que los privados tengan que soportar tramitaciones de año y medio». Además, defiende que los ayuntamientos puedan disponer del dinero que tienen en los bancos y propone que ese dinero, unos 500 millones, se dedique a «generar infraestructuras turísticas de calidad»

Blas Herrero, propietario de Kiss FM, opina que «aunque habrá que tener cautela, no parece que la crisis que viene vaya a ser tan importante como la anterior». Eso sí, señala que hay que estar vigilantes y que es importante que las empresas «se regularicen».

«En Asturias estamos muy industrializados, tenemos que ir reciclando a las nuevas tecnologías para que no nos coja el toro», argumenta el empresario, quien reconoce que el problema del acero es importante, «pero no veo problemas más allá». En cuanto a los sectores por lo que debe apostar la región, Herrero destaca la biotecnología y la digitalización, ya que son «clave para que las empresas crezcan y se desarrollen».