Oviedo, cautivo y «desarmado»

D.R.

OVIEDO

Cocineros de Cofradía del Desarme de 2019. La fiesta gastronómica de Oviedo se celebra durante varios días hasta el 19 de octubre
Cocineros de Cofradía del Desarme de 2019. La fiesta gastronómica de Oviedo se celebra durante varios días hasta el 19 de octubre COFRADÍA DEL DESARME

Los restaurantes de la ciudad intentan ofrecer el tradicional menú del Desarme pese a las restricciones sanitarias

16 oct 2020 . Actualizado a las 10:27 h.

Dos hechos hacen que, este año, la fiesta gastronómica del Desarme de Oviedo sea especial. Por un lado, el reto que supone estar combatiendo la pandemia de la covid-19, que obviamente condiciona el trabajo de la hostelería. Por otro, el Desarme es, desde el año pasado, Fiesta de Interés Turístico Regional y aspira a serlo de interés nacional, por lo que el esfuerzo es aún mayor.

Lo que no ha cambiado es el menú: garbanzos con bacalao, callos y arroz con leche. Muchos restaurantes de la ciudad lo ofrecen desde ayer y hasta el próximo día 19, día oficial del desarme. Habitualmente son una treintena de ellos los que forman parte de la Cofradía del Desarme y participan. Este año, según la página oficial de la Cofradía, son 13 y se pueden consultar aquí.

Tras la publicación de un reciente estudio que explica el origen y la evolución de la efemérides se sabe que, en realidad, la costumbre de comer los garbanzos con bacalao procede del final de la contienda carlista (marzo de 1876), cuando para celebrar la «paz y el desarme» de la población se ofreció un almuerzo al ejército, pueblo, soldados heridos en los hospitales y enemigos en la cárcel un rancho extraordinario que, como quiera se estaba en cuaresma, cambió las carnes y embutidos por el pescado.

Fue, pues, un menú para celebrar la paz y olvidar rencillas. A finales del siglo XIX comenzó en Oviedo la costumbre de iniciar la temporada de callos el 19 de octubre (frente a otros lugares, que prefieren la festividad de San Martín, coincidiendo con la matanza), ofreciendo los locales de hostelería ambos platos, «desarme» (garbanzos con bacalao) y callos, que terminarán degustándose juntos.