Así es la familia de Erika: tres hijos y 20 años viviendo en España

L.F. REDACCIÓN

OVIEDO

La esquela de Erika Yunga en el Centro Religiosas María Inmaculada, lugar en el que se instalará la capilla ardiente de la niña
La esquela de Erika Yunga en el Centro Religiosas María Inmaculada, lugar en el que se instalará la capilla ardiente de la niña Tomás Mugueta

La niña era la pequeña de tres hermanos. Los padres, que llegaron de Ecuador hace dos décadas, están «deshechos»

06 abr 2022 . Actualizado a las 14:54 h.

El crimen de Erika Yunga ha causado consternación en Oviedo. La muerte violenta de la niña de 14 años ha destrozado a una familia de origen ecuatoriano que llevaba dos décadas viviendo en España. «Están deshechos», reconoce sor Alicia, una de las religiosas del Centro María Inmaculada, el lugar en el que trabaja la madre de Erika y donde se instalará la capilla ardiente de la menor.

René y Alba, los padres de la niña, llegaron a Asturias hace más de 20 años. Según explica Sor Alicia, una persona que los conoce desde que se asentaron en Oviedo y con quien, especialmente Alba, tiene una relación cercana, poco a poco «fueron abriéndose camino». Llegaron con Jhon, uno de sus hijos, todavía pequeño (ahora tiene 26 años), y posteriormente, nacieron su hermano Randy (22 años) y Erika (14 años cumplidos el mes pasado).

Alba trabaja como recepcionista en el Centro María Inmaculada. «Es una persona muy cercana y amable», señala Sor Alicia, quien explica que la madre es una mujer «muy vinculada a los grupos de fe. Es creyente y muy espiritual». Alba estaba trabajando en el momento en el que recibió la noticia. Por su parte, René trabaja en el HUCA como auxiliar de enfermería.

Erika era muy conocida en el centro María Inmaculada porque solía acompañar a su madre. «Era una niña muy familiar y muy educada», asegura la religiosa, quien reconoce que se trata de «un acontecimiento tristísimo y muy difícil de asumir».

A primera hora de la tarde todavía no había llegado el cuerpo de Erika al centro María Inmaculada, donde será instalada la capilla ardiente. El funeral tendrá lugar el jueves, a las 16.00 horas, en la capilla del centro.

El atroz suceso

La muerte de Erika se produjo en la tarde del pasado martes. La niña, de 14 años, volvía del IES la Ería y picó en el telefonillo de su casa en la calle Vázquez de Mella. Como tardaba en subir, su hermano bajó a buscarla y, en el primer piso, encontró un rastro de sangre.

La familia alertó a la Policía, que al entrar en el piso se encontró el cuerpo apuñalado de Erika y a otro hombre, el supuesto homicida, con heridas de arma blanca. La principal hipótesis es que se autolesionó en el cuello, cara y tórax. Fue trasladado al HUCA, donde fue intervenido quirúrgicamente y está ingresado en la UCI bajo vigilancia policíal. Los agentes mantienen abierta la investigación y el juez ha decretado el secreto de sumario.