La autopsia revela que no hay signos de agresión sexual en el crimen de Erika

La Voz REDACCIÓN

OVIEDO

La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa
La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa EP

La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, afirma que el principal sospechoso fue arrestado en el mismo lugar del crimen «prácticamente con las manos en la masa»

07 abr 2022 . Actualizado a las 19:22 h.

La autopsia practicada a Erika Yunga, la niña de 14 años asesinada el martes a cuchilladas en Oviedo y cuyo presunto autor fue arrestado en el mismo lugar de los hechos, revela que no hay signos de agresión sexual, según informa la TPA. El detenido, que había sido denunciado por acoso sexual por otras jóvenes de Oviedo, es un ciudadano moldavo de 31 años, Igor P., que permanece ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para ser atendido de las lesiones por arma blanca que se habría autoinfligido tras cometer el crimen. 

La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, ha asegurado que la Policía Nacional tiene «pruebas más que suficientes» de que el detenido cometió un «asesinato» porque fue arrestado en el mismo lugar «prácticamente con las manos en la masa». Losa ha remarcado que la Policía ha trabajado «con una eficacia excepcional desde el minuto cero» en una investigación «que ya está en manos judiciales para que cuanto primero mejor se pueda juzgar a esta persona». 

Aún se desconoce cuándo se podrá poner al detenido a disposición judicial, al seguir hospitalizado en el HUCA aunque «su estado, en principio, no corre peligro», ha precisado la delegada. La Policía Nacional decidió ayer elevar de homicidio a asesinato la imputación que pesa sobre el detenido,que sólo llevaba tres semanas residiendo en el mismo edificio que Erika y su familia, de origen ecuatoriano pero residente en España desde hace más de dos décadas.

«Fue detenido prácticamente con las manos en la masa, para entendernos; la Policía tiene pruebas más que suficientes», ha dicho Losa, quien ha eludido dar más datos al encontrarse la investigación bajo secreto por orden judicial.

Preguntada por si el sistema pudo fallar al constar denuncias previas de acoso por parte de varias mujeres, algunas menores, Losa ha recordado que no se puede «perseguir siempre permanentemente a las personas» y es «imposible garantizar que todas las personas van a ser buenas durante toda su trayectoria vital». «Vivimos en un estado de derecho en el cual hay unas normas y un Código Penal que dice que si cometes un delito tienes que cumplir una pena, pero una vez cumplida las personas quedan en libertad», ha dicho Losa, quien ha remarcado que este crimen es imperdonable.

El detenido llevaba apenas tres semanas residiendo en un piso de la primera planta del número 69 de la calle Vázquez de Mella, en el barrio ovetense de Vallobín. El crimen fue cometido el martes cuando la niña regresaba del instituto para comer con su familia que, según relataron algunos vecinos, se alarmó cuando Erika no subió a la vivienda tras haber llamado al telefonillo desde el portal para acceder al inmueble.

Fue uno de los hermanos de Erika el que, al bajar a buscarla, se encontró en el rellano con un reguero de sangre que conducía hacia el interior de un piso de la primera planta en el que residía el detenido. Tras dar la voz de alarma, varias patrullas de la Policía Nacional se personaron en el lugar para tratar de acceder a la vivienda, a la que los agentes entraron desde el patio interior, según relataron algunos testigos, y hallaron en su interior a la menor tendida en el suelo con varias heridas de arma blanca y también al presunto autor del crimen.

El hombre fue detenido en el mismo lugar como presunto autor de un delito de homicidio y posteriormente trasladado al centro hospitalario para ser atendido de varias heridas que al parecer se habría provocado él mismo tras cometer el crimen.

Por su parte, el cuerpo de la niña presentaba varias heridas de arma blanca, algunas de ellas de carácter defensivo, según apuntaron a Efe fuentes cercanas a la investigación.