Las redes sociales se inundan de testimonios de víctimas de Igor: «Intentó ponerme una bolsa en la cabeza»

Jose Coto REDACCIÓN

OVIEDO

Los compañeros de instituto de Erika, la niña de 14 años asesinada el pasado martes en su edificio de Oviedo, han formado este jueves una gran cadena humana en torno al centro educativo para recordarla y rendirle homenaje
Los compañeros de instituto de Erika, la niña de 14 años asesinada el pasado martes en su edificio de Oviedo, han formado este jueves una gran cadena humana en torno al centro educativo para recordarla y rendirle homenaje J. L. Cereijido | EFE

Varias mujeres aseguran que un hombre que encaja con la descripción del supuesto asesino de Erika las acosó. Existen denuncias en redes desde hace más de dos años

07 abr 2022 . Actualizado a las 17:42 h.

Las redes sociales se han inundado en las últimas horas de testimonios de mujeres que han sido acosadas o agredidas por un hombre que coincide con la descripción de Igor P., el principal sospechoso del asesinato de la niña de 14 años Erika Yunga. Alguno de estos mensajes es reciente pero otros están escritos hace más de dos años. De todas estas publicaciones, destaca la de una chica que asegura que «denuncié a este hombre en 2019 por acorralarme e intentar ponerme una bolsa en la cabeza».

Hasta el momento son pocos los datos que han trascendido sobre el presunto asesino de Erika. Se sabe que llevaba solo tres semanas viviendo en el piso del número 69 de la calle Vázquez de Mella en el que se produjo el crimen, que tiene 31 años y que es de origen moldavo. El juez ha decretado el secreto de sumario, de ahí que la información se conozca con cuentagotas. Esta descripción encaja con la que aportan varias mujeres en sus publicaciones en redes sociales. La más reciente, y que ya se ha hecho viral, es la de la mujer que afirma que Igor intentó ponerle una bolsa en la cabeza. Aunque denunció el caso y sostiene que se celebró un juicio, afirma que se calificó como delito leve porque «al no llegar a poner la bolsa, solo se le acusa de acoso verbal».

En el mismo hilo de Twitter, la denunciante señala que desde entonces «cada pocos meses leo mensajes de chicas que se lo cruzaban y a las que acosaba o acorralaba». «Nos avisábamos unas a otras, porque teníamos miedo, porque sabíamos que era peligroso. Porque la justicia no actuaba. No lo entiendo». 

 

Ese es uno de los testimonios más contundentes, pero en las últimas horas han vuelto a circular otros escritos hace varios años en los que el perfil coincide con el de Igor. En uno de ellos, de noviembre de 2020, una chica asegura «hoy estaba con mis amigas sentada en un banco en la calle nueve de mayo, en Oviedo, cuando se acercó un tipo calvo, de unos 40 años, con acento Ruso, llevaba una mochila y la mascarilla bajada, a pedirnos un cigarro. Tras decirle que no, y que por favor se subiese la mascarilla para hablar con nosotras, se acercó a mi cara, empezó a gritarme y a amenazarme, diciendo que me iba a matar a mi y a toda mi familia, llamándonos putas, pijas de mierda... etc.». Ante la amenaza, pedía que «si alguien lo localiza, por favor, llamad a la policía... no lo dejéis pasar, no hay derecho a que vaya amenazando de muerte por no darle un cigarro...».

En otra de las denuncias en redes sociales, una mujer afirma que «hace unos meses un chico de unos 30/40 años acosó a mi hermana por la calle (zona clínica Asturias) acto seguido, fuimos a poner una denuncia a la Policía Local en la que la respuesta que mi hermana recibió fue "bueno pero si realmente no te tocó... Qué denuncias exactamente?"».

Esta última denunciante sostiene que «las iniciales y parte de la descripción coincide un caso con otro», en referencia al caso de su hermana y al de Erika.

En la cadena de mensajes de estas denuncias pueden leerse más mensajes de chicas que también aseguran que fueron víctimas del supuesto asesino.

El asesinato de Erika

El asesinato de Erika fue cometido cuando la joven regresaba del instituto para comer con su familia que, según relataron algunos vecinos, se alarmó cuando la niña, de 14 años, no subió a la vivienda tras haber llamado al telefonillo desde el portal para acceder al inmueble.

Fue uno de los hermanos de Erika el que, al bajar a buscarla, se encontró en el rellano con un reguero de sangre que conducía hacia el interior de un piso de la primera planta en el que residía el detenido. Tras dar la voz de alarma, varias patrullas de la Policía Nacional se personaron en el lugar para tratar de acceder a la vivienda, a la que los agentes entraron desde el patio interior, según relataron algunos testigos, y hallaron en su interior a la joven tendida en el suelo con varias heridas de arma blanca y también al presunto autor del crimen. 

El joven fue detenido en el mismo lugar como presunto autor de un delito de homicidio y posteriormente trasladado al centro hospitalario para ser atendido de varias heridas que al parecer se habría provocado él mismo tras cometer el crimen. Por su parte, el cuerpo de la joven presentaba varias heridas de arma blanca, algunas de ellas de carácter defensivo.