La confluencia del HUCA, del nuevo polo de la Fábrica de Armas, de la Universidad, del Vivarium, de la Finba e Ispa o del Instituto Fernández-Vega y del Imoma dan pie a la transformación de la ciudad

Oviedo quiere convertirse en un polo biosanitario de primer orden, una capital biosanitaria del Norte. Un cúmulo de factores converge en la ciudad para que un nuevo nicho de actividades ayude a transformar su economía en este siglo XXI. Muchos ovetenses ignoran que Oviedo fue una urbe industrial hace una centuria: ahí estaba la Fábríca de explosivos de La Manjoya, la cementera de Tudela Veguín, la Fábrica de loza de San Claudio, el Pozo San José de Olloniego y otras industrias de cerveza, chocolates y tabaco. Y precisamente sobre las ruinas de la Fábrica de Armas de La Vega se puede edificar el germen de una especialización de empleo y conocimiento acorde con su tiempo.

¿Cuáles son esos factores que se pueden ligar? El proyecto de la Fábrica de La Vega prevé la implantación de un polo biosanitario y de empresas especializadas en el ámbito sanitario. Además ya está en marcha el VIvarium impulsado por el ayuntamiento con varias compañías funcionando a pleno ritmo. Todo ello se une el Hospital Universitario más moderno de España, el nuevo HUCA, el gran motor de la investigación sanitaria del Principado, que es el núcleo central desde su traslado en 2014 a La Cadellada. A su lado la Finba, la Fundación Biosanitaria que está cerrando convenios en los últimos meses con varias multinacionales y el ISPA, el brazo investigador de la Finba, con científicos punteros. Y hay más: una clínica que es un referente nacional como el Instituto Fernández-Vega y también el IMOMA, especializado en oncología. Y un curso MIR, el de Oviedo de Jaime Baladrón, que es el más importante de España con más de 1.200 alumnos. Y una prestigiosa Facultad de Medicina con un solo pero: apenas 150 plazas que merecen ser ampliadas al hilo de lo anterior (el coste es ridículo, solo 300.000 euros). Y además en investigación Oviedo cuenta con el CSIC, tanto el Incar como en un futuro próximo el IPLA. Y una Universidad con más de 400 años de tradición que está al servicio de la ciudad.

Polo biosanitario del Principado

Para la nave de Cañones de La Vega, el Principado plantea el desarrollo de una incubadora de alta tecnología, centrada en el sector biosanitario y la inteligencia artificial. Sería el primer paso, el germen, de un polo biosanitario en el área de La Vega, cercana al HUCA, al vivero de empresas del sector (Vivarium) y a los centros del CSIC, tanto el Incar como en un futuro próximo el IPLA.

Vivarium

Las instalaciones de La Corredoria albergan a media docena de empresas de base tecnológica cuyo germen se encuentra en la Universidad de Oviedo y en los grupos de investigación. Conocimiento de alto nivel que se acerca al centenar de empleos y con mucho margen de crecimiento. Empresas especializadas en genética, cáncer o electroquímica. Al Therapeutics, propiedad del millonario americano Jonathan Rothberg, ha comprado recientemente EntreChem.

HUCA

Todo un motor investigador. Entre sus líneas principales de investigación destaca los tratamientos contra el Parkinson o la esclerosis, la cirugía cardiovascular, silicosis y enfermedades respiratorias, trasplantes, tratamientos con células madre, oncologia y urología. El Hospital Universitario más moderno de España, inaugurado en 2014. 

Finba e Ispa

La Fundación Biosanitaria dirigida por Faustino Blanco (exconsejero y exsecretario del Ministerio de Sanidad) está cerrando convenios en los últimos meses con empresas como Gilead, Novartis, Astellas Pharma o MSD. Ubicada junto al HUCA, hay que reseñar la importancia del Ispa, el Instituto de Investigación Sanitaria, el brazo investigador de la Finba. Un total de 100 investigadores en áreas punteras: inmunología, microbioma, neurociencias, cardiología y cáncer. El Instituto es un potente motor de I+D+i, con más de 600 investigadores vinculados a la entidad y procedentes de la Universidad de Oviedo y centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El ISPA cuenta también con una incipiente área de Innovación Sanitaria, que quiere impulsar el desarrollo tecnológico vinculado al área de salud, tanto en dispositivos como en tratamientos.   

Instituto Fernández-Vega y el IMOMA

La clínica oftalmológica es un referente nacional desde hace décadas en Oviedo que atrae a diario a lo que se ha llamado el turismo sanitario, pacientes que llegan a la ciudad desde diferentes puntos geográficos. Una treintena de médicos a los que se unen diplomados en óptica y optometría, técnicos de diagnóstico, informáticos y enfermeras forman su plantilla, que incluye un área de investigación en oftalmología. El IMOMA, el Instituto de Medicina Oncológica creado por la Corporación Masaveu y Liberbank tiene una división de investigación que colabora con entidades científicas y grupos de investigación nacionales e internacionales de primer nivel, centrado principalmente en la lucha contra el cáncer y los avances genéticos en líneas punteras.

Facultad de Medicina y el IUOPA

Una facultad de prestigio que cuenta entre sus institutos de investigación con el IUOPA (Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias), un departamento puntero en la lucha contra el cáncer, con decenas de investigadores, equipamientos de vanguardia, publicaciones internacionales, patentes y proyectos de proyección internacional. También destaca desde 1992 el IUBA, el Instituto de Biotecnología, que aglutina a grupos de investigación de Biología Funcional y de Organismos, de Bioquímica  Biología Molecular y de Ingeniería Química. Son más de 35 profesores y colaboradores. La Facultad solo cuenta con 150 plazas cotizadísimas cuya ampliación apenas requiere inversión: 300.000 euros anuales por crear 10 plazas. Toda una asignatura pendiente. El rector Ignacio Villaverde planteó en febrero su plan estratégico que contempla el traslado de la Facultad de Medicina y  Ciencias de la Salud al HUCA, lo que cerraría el círculo del eje sanitario.

El curso MIR

Puede resultar anecdótico, pero no lo es. Nació en 1988. Suman desde Oviedo 1.300 alumnos presenciales y otros tantos de forma online. Un caldo de cultivo de conocimiento médico que lleva atrayendo a generaciones de médicos de toda España desde la capital del Principado gracias a un método de éxito en un curso de alto rendimiento. Un símbolo de excelencia unido a la marca Oviedo. Jaime Baladrón ya tiene incluso una merecida calle en la capital.