Óscar Alonso estará presente en la segunda edición de CreativeMornings Oviedo que tendrá lugar el 6 de septiembre en Aguaducho
05 sep 2024 . Actualizado a las 16:10 h.Óscar Alonso, conocido como 72Kilos, será el ponente de la segunda edición de CreativeMornings Oviedo, una reconocida serie global de conferencias matutinas. El evento dará comienzo a las 9.00 horas y tendrá lugar el próximo 6 de septiembre, en Aguaducho.
El ilustrador, que cuenta con más de quince años de trayectoria, habla en una entrevista concedida para La Voz de Asturias sobre cómo ha sido el proceso de creación de un proyecto que aglutina hoy en día casi dos millones y medio de seguidores en redes sociales
— ¿Cómo empezó tu andadura en el mundo de la ilustración?
— En un momento hago una apuesta con unos amigos para bajar de 92 kilos a 72. En ese entonces creó una página web que se llama 72Kilos.com, donde voy contando esa apuesta a través de mis dibujos. Nunca antes los había publicado, pero era un proyecto muy pequeñito que solo veían mis amigos. Empecé por afición, porque me gusta dibujar o poner lo que me pasa sobre un papel. Siempre llevo mi cuaderno conmigo e intento reflejar en él lo que me pasa en el día.
Cuando conseguí bajar a 72 kilos, utilicé esa plataforma para contar más cosas que me pasaban en el día a día, que ya no tenían nada que ver con el peso, ni con una apuesta. Simplemente, pretendía reflejar mi día a día de alguna forma, dándome ánimos para momentos complicados o viendo que ilusiones tenía.
Antes era redactor publicitario. Trabaja en agencias de publicidad, haciendo anuncios para la tele, en la radio, para periódicos, para todo tipo de medios. Pero este proyecto ha ido creciendo a tal magnitud que no permitía tener dos ocupaciones. Ahora esto es mi trabajo y estoy súper contento de como está yendo y donde me está llevando.
— En Instagram, tienes casi dos millones y medio de seguidores, ¿en qué momento 72 Kilos pasó a ser un fenómeno en redes sociales? ¿Cómo lo afrontaste tanto a nivel profesional como a nivel personal?
Con mucha calma. Ha sido un crecimiento a lo largo de muchos años. Esto comenzó en 2008 y hasta que empezaron a seguirme cientos de personas pasaron muchos meses. Luego miles y luego cientos de miles, y luego millones. Ha sido progresivo. Poco a poco vas viendo que la gente te escribe, te dicen que la viñeta de hoy les ha ayudado mucho. Te sorprende, porque en un principio yo lo hago para mí, pero hay alguien que no conozco que lo utiliza para sí mismo. Estoy súper agradecido y nunca soñé con que iba a llegar a todo esto.
Como ha sido progresivo me he ido acostumbrando, no ha sido un bum de un mes. Ha ido poco a poco, con la certeza de que, como nunca había apostado por ello, todo lo que venía era como un regalo. Ha sido divertido ver este crecimiento tan bonito que está ayudando a la gente y con el que me siento correspondido. Soy consciente de que como ha venido se puede ir en cualquier momento, pero estoy disfrutando de todo esto que está pasando y que es maravillo.
— ¿Cómo llegaste a desarrollar este estilo tan característico, que aparentemente puede parecer sencillo, pero está cargado de detalle?
— Con mucha prueba y error y con muchos dibujos diarios. Esto es una viñeta diaria desde entonces. Las primeras viñetas son con otro estilo diferente y a raíz de ir dibujando e ir probando cosas, voy aprendiendo y encontrando este estilo. Quizá, dentro de diez años, sea otro estilo diferente.
Es un proceso con el que ahora mismo estoy muy contento. Cada vez tiene más sentido y creo que cada vez construyo mejor lo que publico. Tiene una inocencia y una cosa muy auténtica que soy yo; no es impostado. No son palabras de otra persona, no son reflexiones que no las haya hecho yo en mi casa o con mi círculo personas. El estilo hay que encontrarlo, probar y equivocarse.
Además, no todos los días publico ideas brillantes, pero tengo el colchón de que mañana va a haber otra oportunidad y que en algún momento alguna va a funcionar mejor. Con esos ingredientes he ido construyendo esta identidad. Lo divertido es tener este vehículo en el que me muevo y que me lleva a sitios, pero conducirlo hoy y conducirlo mañana. Ese es el objetivo.
— ¿Cuál es tu fuente de inspiración para poder hacer una viñeta diaria durante tantos años?
— Me gusta dibujar, sentarme y ver que puedo rescatar de lo último que he visto, que he leído o que me ha pasado y plasmarlo en un papel o, en este caso, en el iPad. Ver hasta donde llego, si puedo sacar una buena idea en las veinticuatro horas que hay desde la última hasta la siguiente.
Hay días que me cuesta más, como hoy que estoy dibujando la de esta noche y me está costando un poco más, pero sé que de esta misma conversación se puede sacar algo interesante. O luego, cuando mis hijos vuelvan a comer a casa, seguro que hay alguna conversación o observación suya que me gusta o que rescato para una viñeta de dentro de una semana. La inspiración viene de un montón de cosas que te hacen estar con todos los sentidos bien abiertos y bien pendientes, para tener un contenido interesante que contar. A veces es tan fácil como en la mesa en la que estoy trabajando o en una mirada de mi hijo cuando se le ha caído el yogur.
— ¿Cuál crees que es la clave para que tanta gente se sienta identificada con tus viñetas?
— No lo sé. Quizá es que estoy contando mi vida sin dar muchos detalles de donde vivo o quien soy, si soy alto, bajo, gordo o delgado, o si soy hombre o mujer. Eso hace que la otra persona, sea quien sea, se pueda sentir identificada porque estoy contando valores, pensamientos y sentimientos universales. Todo esto, quizá, hace que la gente haga suyas estas viñetas y las compartas.
Puede que sea eso u otras cosas, como, por ejemplo, que yo cuento en mi perfil lo mismo que podría contar otra persona, pero en vez de enseñando su cara, lo estoy contando con un dibujo. El encontrarte un dibujo, dentro de tantas fotos, lo aligeran un poco y pasa más fácil; se puede compartir más. Pero no lo sé, el resultado de haber llegado aquí son miles de factores. El que la gente se sume y quiera compartirlo, creo que tiene que ver un poco con eso, con que los personajes pequeñitos, que son como sombras, podemos ser cualquiera.
— Hace poco publicaste tu último libro, El pequeño libro del amor. Para quienes aún no hayan tenido el placer de descubrirlo, ¿que les puedes contar sobre él?
— Es una recopilación de viñetas independientes las unas de las otras en las que el tema central es el amor visto desde todas las perspectivas posibles. Desde relaciones que no funcionan; relaciones de amistad que no son amor romántico, o con tus padres, hermanos o familias; gente que ha decidido no vivir en pareja, porque todavía no están preparadas o porque lo han decidido así. Es un abanico bastante amplio de formas de amor que me encuentro diariamente. Un reflejo de cómo veo y cómo entiendo yo el amor en sus múltiples facetas.
Estoy muy contento porque ya llevamos trece ediciones. Creo que es un buen objeto de regalo para alguien cercano, ya sea un familiar o un amigo o una pareja. Es un pedacito más para una posible relación. Es una versión de otra persona de que es el amor, que hace que se entienda lo que no somos capaces de decir con nuestras palabras y que igual en una viñeta de ese libro sí que está descrita o plasmada.
— Por último, ¿nos puedes dar un pequeño adelanto de lo que nos vamos a encontrar este viernes en el CreativeMornigs de Oviedo?
Es una charla muy cortita, porque son 20 minutos. Voy a intentar contar quién soy yo, cómo he llegado hasta aquí y que todo mi trabajo tiene un reflejo de mi vida. Todo lo he sacado de mi experiencia personal, de lo que me ha pasado en los últimos quince años. También hablaré de cómo tener un registro en el teléfono o un cuaderno de ideas me ha servido para desarrollar un estilo con mis carencias artísticas, pero que a base de repetición me ha servido para desarrollar un universo que creo que todavía tiene muchísimo recorrido.