Alertan que el picudo rojo ya ataca a las palmeras de El Reconquista: «Podría extenderse a todo Oviedo»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

LA VOZ DE OVIEDO

Hotel de la Reconquista de Oviedo
Hotel de la Reconquista de Oviedo

Esta especie de escarabajo devora el interior del tronco hasta debilitar el árbol por completo y provocarle la muerte

25 nov 2022 . Actualizado a las 09:55 h.

La lucha contra la plaga del picudo rojo en Asturias no cesa. Este pequeño escarabajo sigue haciendo de las suyas en la región y por el momento ya ha atacado a las palmeras que se encuentran en las inmediaciones del emblemático Hotel de la Reconquista, de Oviedo.  «La más alta que calculo que tendrá unos 90 años y es el símbolo del establecimiento presenta claros síntomas: el cogollo está debilitado y las hojas nuevas que salen se ven comidas. También otra más pequeña está afectada», alerta Anton García, amante de la jardinería quien espera que se actúe cuanto antes para «evitar perder estos ejemplares que son patrimonio botánico». 

Un picudo rojo
Un picudo rojo

El picudo rojo de la palmera, Rhynchophorus ferrugineus, es una especie de coleóptero procedente de las regiones tropicales del Sureste Asiático y Polinesia. Mide entre 2 y 5 centímetros, es de color marrón oxidado con manchas negras y aunque es en la fase adulta cuando comienza el proceso de infección, son sus larvas las que vorazmente se alimentan del interior del tronco y la corona de estos árboles hasta llegar a destruirlos por completo, provocándole la muerte.

«La hembra es quien se encarga de poner los huevos en el interior de la palmera. Luego pasa a la larva que su única función es comer y comer. Después, estas se reproducen y cómo pueden coexistir varias generaciones simultáneas al final puede haber miles devorando el ejemplar», explica Trinidad León, profesora del Departamento de Agroquímica y Medioambiente de la Universidad Miguel Hernández que a su vez dirige el área de Zoología y es investigadora del Instituto de Bioingeniería. 

La plaga del picudo rojo ataca a numerosas especies de palmeras. Por lo general, las más afectadas son la palmera canaria (Phoenix Canariensis), la palmera datilera (Phoenix dactylifera) y la palmera aceitera (Elaeis guineensis). Son las que mayor presencia tienen en nuestro país, pero «todas las palmeras que tenemos en la Península y en las islas son susceptibles de ser afectadas», añade Trinidad León.

Palmera del Hotel de la Reconquista afectada por el picudo rojo
Palmera del Hotel de la Reconquista afectada por el picudo rojo

Síntomas del picudo en la palmera

Esta especie invasora vive y se alimenta en el interior de las palmeras, por lo que resulta difícil detectar su presencia a simple vista. No es hasta pasados unos meses cuando empiezan a aparecer los síntomas y en el momento que esto sucede quiere decir que la palmera ya se encuentra en un estado avanzado de infestación. «Es en la corona donde fundamentalme se detecta la plaga, si se desploma tiene picudo rojo seguro. También si las hojas de la palmera se ven caídas  o si en el tronco aparecen agujeros que conectan con fermentaciones interiores y sudan un líquido, demuestran que la palmera está afectada», detalla la facultativa. 

Cómo tratar la palmera ante una infección

Una vez que hay conocimiento de que una palmera está afectada por el picudo rojo hay que «tratarla cuanto antes» y si su estado ya es muy avanzado hay que «destruirla» porque «infestará a todos los ejemplares que hay a su alrededor, en el caso de Oviedo sino se actúa cuanto antes puede extenderse a toda la ciudad», alerta la profesora de la Universidad Miguel Hernández. 

Ante estos casos la prevención es fundamental, ya que en el caso de que aparezcan síntomas de plaga, hay una alta posibilidad de recuperar el ejemplar. Para ello hay que vigilar a diario el estado de la palmera y en el  momento de observar algún indicio actuar rápidamente con el objeto de que las larvas no destruyan el interior de la misma. 

No obstante, sí hay constancia de picudo rojo se pueden llevar a cabo varios tipos de tratamiento, que dependerá del estado de afectación del ejemplar. Por un lado estaría la endoterapia, que consiste en inyectar productos fitosanitarios  debajo del «cogollo» de hojas de la palmera. También se puede realizar un tratamiento químico pero este tal y como asegura Trinidad León ocasiona mucha problemática puesto que «los insectos generan con una relativa rapidez resistencia al tratamiento y además a su vez afectan al medioambiente y a todas las especies, no solo a la que queremos afectar». 

Es por ello que lo más recomendable es llevar a cabo un control biológico con organismos que atacan al picudo rojo como son los nemátodos (Steinernema carpocapsae) y los hongos (Beauveria bassiana) entomopatógenos. Se trata de microorganismos muy eficaces para la destrucción de las larvas porque acceden a las galerías donde no llegan los productos fitosanitarios convencionales y una vez que las encuentran «se las van cargando rápidamente».

El picudo rojo ataca a los cogollos de las palmeras. La primera no está afectada, mientras que la del fondo sí
El picudo rojo ataca a los cogollos de las palmeras. La primera no está afectada, mientras que la del fondo sí

Si la palmera presenta un estado muy avanzado de afectación hay que cortarla y el proceso de eliminación incluye varias fases. La primera es la protección y el aislamiento de la zona, con el objetivo de recoger todos los restos que puedan desprenderse. Después se deben eliminar las hojas, que tienen que ser pulverizadas con un tratamiento fitosanitario autorizado previamente y empaquetadas en plásticos. A continuación se tala la corona y estípite y por último se procede a la limpieza de la zona y la eliminación de los restos de la planta sensible.

Aún así para poder eliminar por completo el picudo rojo,  todas las palmeras deberían de ser tratadas a la vez. «Hay palmeras en parques que no se están tratando y de ahí que haya un reservorio de la especie que atacará de nuevo cuando se dejen de hacer tratamientos. Es como el coronavirus si hay personas que no utilizan mascarilla se sigue propagando aunque la mayoría la usen», asegura Javier Alba Tercedor, catedrático del Departamento de Zoología de la Universidad de Granada. «Si no se protege a todas las palmeras, la plaga seguirá extendiendo», sentencia. 

Primer caso de picudo rojo

En España, el primer foco de picudo rojo se detectó en Andalucía, en 1995. Desde entonces se ha extendido por todo el territorio nacional, incluida Asturias donde ya se ha declarado esta especie como invasora y se han llevado a cabo diversas actuaciones para su control. Concretamente, en Oviedo, en el año 2017 se localizaron dos focos dos. Uno en Caravia (Limanes) y otro en Moreo (Colloto). En el primero de ellos se capturaron varios individuos adultos junto a una palmera, que ya ha sido destruida. En el segundo, se apreciaron síntomas y pupas sobre la planta afectada, que también fue destruida. 

«Esta especie invasora es muy difícil de exterminar. Además es capaz soportar temperaturas muy frías. Hemos demostrado cuantitativamente que llega incluso a aguantar temperaturas de 5 grados perfectamente, a pesar de ser originario de zonas tropicales y cálidas. Segrega sustancias bioquímicas que le permiten protegerse, sobrevivir y reproducirse. Ante el frío su desarrollo no se detiene como otros insectos sino que se ralentiza, aguanta el clima y cuando la temperatura es un poco superior acelera su crecimiento. Por eso es muy importante tenerla controlada para evitar que se extienda», resalta Trinidad León.