Jorge Ruiz, vocalista de Maldita Nerea: «Puedo ir a comprar al supermercado y la gente no me reconoce»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

LA VOZ DE OVIEDO

Jorge Ruiz es el fundador de Maldita Nerea, el grupo musical que se ha convertido en la banda sonora de generaciones y generaciones
Jorge Ruiz es el fundador de Maldita Nerea, el grupo musical que se ha convertido en la banda sonora de generaciones y generaciones

El murciano se subirá con su banda al escenario de la Sala Estilo de Oviedo para presentar su séptimo álbum «Manual para seres maravillosos». Años después de dar un concierto en la capital asturiana, Jorge Ruiz confiesa cuál es su mejor recuerdo de la ciudad. Analiza su nuevo disco, desvela cómo ha sido cantar con su hija y lo bien que se siente manteniéndose en el anonimato

09 feb 2024 . Actualizado a las 09:33 h.

Maldita Nerea se ha convertido en la banda sonora de varias generaciones de nuestro país. Responsables de himnos musicales como Tu mirada me hace grande o Un planeta llamado nosotros fue un secreto, el de las tortugas, el que les hizo alcanzar el éxito. Son ya cientos de millones de reproducciones de sus canciones en las plataformas digitales. A esto hay que sumarle que llevan más de dos décadas presentes en la mayoría de emisoras y discotecas de España. Se consolidan así como una de las trayectorias más sólidas de la industria musical pero acaban de empezar «de cero» al lanzar recientemente su nuevo disco Manual para seres maravillosos. Un trabajo que presentarán en la Sala Estilo de Oviedo este viernes, 9 de febrero. Antes de reencontrarse con el público asturiano, el vocalista del grupo, Jorge Ruiz (Murcia, 1975) habla sobre su séptimo álbum, de cómo ha sido cantar con su hija y lo bien que se siente manteniéndose en el anonimato.  

-¿Qué espera del público de Oviedo?

-Hace mucho que no voy por ahí a tocar, entonces es una incógnita de cómo van a sucederse las cosas. Lógicamente espero que pase lo que me gusta que pase en cada concierto: que la gente cante. Ojalá eso suceda.

-No es el primer concierto que da en la capital asturiana, ¿Qué recuerdos tiene?

-Recuerdo un concierto muy bonito junto a la Catedral, hace ya bastantes años. Fue masivo y la gente cantaba todo. Supongo que este viernes pasará algo similar y espero que a partir de ahora pueda empezar una nueva andadura con la ciudad y la comunidad, que va mucho que no voy. Pero como nosotros siempre empezamos de cero, este proyecto está liderado por las canciones y no por mí, eso hace que la gente no me conozca mucho a pesar de que las canciones de Maldita Nerea son conocidas.

-Presentará su séptimo disco Manual para seres maravillosos. ¿Cómo definiría este nuevo álbum?

-Es un disco bastante arriesgado por aquello de poner como primera propuesta Inevitable, que es una canción bastante atípica en mi opinión. Es un disco también diferente al resto de los de mi carrera porque está escrito desde otro lugar, no tanto de la inspiración sino de la entrega, que es diferente y conceptualmente no tiene nada que ver. Entonces es un disco especial, si alguien ha seguido nuestra trayectoria lo puede fácilmente comprobar. Bueno, si se detiene a escuchar porque ahora es un deporte de riesgo, escuchar no es algo muy común pero sí que es necesario.

-¿En qué podríamos decir que se ha inspirado a la hora de componer las canciones que lo conforman?

-La inspiración es algo que te llena y la entrega es la expiración. El ejemplo más fácil sería inspiras y espiras aire. Normalmente se compone de la inspiración pero no, no tiene nada que ver, es completamente lo contrario. Entonces, ¿en qué me inspiro? No tengo ni la más remota idea. Lo que he entregado son estas canciones.

El disco es una pequeña obra de arte ilustrado por Oscar Perales en el que el mítico símbolo del grupo se ha transformado en una una mágica isla orbitada por 10 seres<br />maravillosos, uno por cada canción
El disco es una pequeña obra de arte ilustrado por Oscar Perales en el que el mítico símbolo del grupo se ha transformado en una una mágica isla orbitada por 10 seres
maravillosos, uno por cada canción

-Cada canción del nuevo disco va asociada a lo que denomináis ‘seres maravillosos'. ¿Qué significado tienen y quiénes son esos seres maravillosos?

-Los seres maravillosos somos todos los seres humanos en potencia, luego lo que deriva después del nacimiento ya es otra cosa. En general, somos máquinas de amar porque hemos llegado a ser 8.000 millones de personas en el mundo. Si hubiéramos sido máquinas de odiar no habría pasado eso. La idea es recordar eso una vez más, hay mucha más gente maravillosa que despreciable. Esos seres maravillosos se convierten en canciones porque cada canción va asociada a un concepto. Al final cada concepto tiene una ilustración que es lo que ha aportado Óscar Perales. En torno a nuestra tortuga que es el símbolo del proyecto orbitan estos seres vinculados a una canción.

-Inevitable es ya el nuevo himno de Maldita Nerea. Llama la atención porque no es habitual grabar una canción dirigida a la infancia, en la que niños y adultos puedan conectar…

-Sí, pero no es una canción infantil ni infantilizada. La intención era que los niños y los niños que llevamos dentro los mayores la cantasen y así ha sucedido. Se puede ver en lo que ha pasado, en la respuesta de los colegios, que ha sido masiva, mucho más de lo que nos imaginábamos. Un proyecto musical enfocado a la educación, yo personalmente no conozco nada similar por eso me siento orgulloso. Aportemos valor al aula con canciones y ojalá larga vida a este tipo de propuestas.

«Nuestro target mayoritario sigue siendo la gente más joven, eso sí que es una cosa muy rara»

-Es una canción que además la ha cantado con su hija. ¿Cómo ha sido la experiencia?

-No era intencionado. Sucedió porque la niña con la que iba a cantar le había cambiado ya la voz y me encontré con que necesitaba una voz infantil, me acerqué a casa y resulta que estaba ahí. En ese sentido es bonito porque al final tengo tres hijos, todos fruto del amor obviamente, y cantar una canción al amor con algo que es fruto del amor pues para mi es muy emocionante como padre. Ahora bien, a mi lo que me encanta en cuestión es que ella lleva la canción a otra dimensión. Tiene mucha fuerza y espontaneidad que hace que la canción sea tan especial.

-Pasan los años y El Secreto de las tortugas sigue siendo un éxito.

-Sí. Es una canción que curiosamente no sé si mucha gente sabe que es una canción que habla de filosofía, que es una de mis pasiones. Meter la filosofía en una fiesta es un concepto muy murciano como yo digo. Es una bendición porque yo nunca imaginé que estas cosas fueran a pasar y que la gente más joven siga cantándola y redescubriéndola. Es un gancho también para el resto de canciones porque nuestro target mayoritario sigue siendo la gente más joven. Eso sí que es una cosa muy muy rara.

-¿Qué significado han adquirido las tortugas en la historia de Maldita Nerea?

-Es la canción que lo cambió todo, marca mi filosofía de vida y también marca un hito en mi carrera en el sentido de que yo me pongo detrás de la canción y del símbolo y eso me ha permitido ser una persona completamente anónima. La gente como que no entiende bien que en Oviedo empiecen una sala y la semana siguiente llenamos un WizinkCenter, en Madrid. ¿Cómo puede ser? Pues en los dos sitios, la gente que nos va a haber y ha comprado la entrada, probablemente, sí que conozca mi cara pero la gente de la calle no. Esto tiene que ver también con que la tortuga que nace de esa canción haya llevado el peso. Entonces El Secreto de las tortugas sigue siendo y es un hito.

El cantante Jorge Ruiz, de Maldita Nerea, en una imagen de archivo
El cantante Jorge Ruiz, de Maldita Nerea, en una imagen de archivo

-La industria de la música ha evolucionado con el paso del tiempo, si echa la vista atrás se dará cuenta que habrá compañeros que cambiaron de registro, sin embargo sigue siendo fiel a sus principios, a su esencia.

-Yo he intentado evolucionar existencialmente, que es lo que tenemos que hacer todos los seres humanos. Todo el mundo quiere desarrollarse, tú si preguntas por la calle: oye, tú quieres involucionar, nadie te va a decir que no, es una cosa muy obvia. Pero sí que es cierto que escribo sobre las cosas que me interesan que son las que encuentro que son verdaderas y no son habituales en el mundo de la música, es verdad. Pero hay una cosa que yo ahora trabajo con artistas jóvenes que vienen a intentar dedicarse a esto y hay una cosa que permanece invariable y que no va a cambiar y es que esto va de canciones. Da igual las moda, los personajes porque no trascienden, las canciones sí. Mientras esto vaya haciendo canciones buenas que lleguen a la gente yo tendré por lo menos una oportunidad. Desde el 2001 que empezamos no ha cambiado, no se ha movido ni un ápice. Hay un momento curioso en la industria musical y es que se están publicando contenido musical más de 100.000 canciones —no todas lo son— al día y esto probablemente se duplique o triplique por la inteligencia artificial,  pero eso no significa que sean valiosas para el ser humano, sencillamente se publican a la red.

«Puedo ir a comprar cualquier cosa al supermercado, estar sonando una canción mía, y la gente no me reconoce»

-Sigue incluso rechazando las canciones de desamor

-No es que lo rechace, es que yo vivo rodeado de amor y enamorado y escribo lo que siento. Es mucho más difícil, sí. Hay más divorcios que matrimonios y esos son desencuentros, yo vivo permanentemente en el encuentro y en estar enamorado. Estoy enamorado de mis canciones, de mis hijos, de mi chica, de mis amigos... entonces yo escribo desde ahí. La pregunta sería ¿por qué no os enamoráis? No es que se escriba desde el desamor pero carreras enteras, discos y discos, dedicadas a lo mismo... probad lo otro.

-Escribir realmente desde lo que siente hace que esas canciones lleguen más a la gente.

-El vacío aporta una información mucho más rápida. Si yo voy por la calle y nos encontramos, no nos vemos desde hace años y te pregunto qué tal estás y me dices bien, digo pues genial y ahí ya se acaba más o menos la conversación. Si tu me dices fatal, ahí ya te pregunto qué te pasa y empezamos otra conversación y la identificación es diferente, entonces es más fácil componer de ahí. Yo también lo he hecho y claro en vez de una canción te salen 30. No lo juzgo pero yo no lo puedo hacer.

«Intento huir del ego todo el rato, no sé si lo consigo porque el ego también es necesario pero me importa mucho más el nosotros»

-Veinte años después y todavía hay gente que no le pone cara, ¿le gusta mantener ese anonimato?

-A mí me gusta mucho el mundo de la industria musical y no conozco otro caso similar. Me hace sentirme como una especie de súper suertudo, suena fatal la palabra pero es así. Yo tengo una vida completamente normal, puedo ir a comprar cualquier cosa al supermercado y estar sonando una canción mía y la gente no me reconoce y eso a mí me parece esencial. Tiene sus inconvenientes, tenemos que empezar de cero cada vez, pero a cambio tengo una vida normal.

-¿En algún momento pensó en hacer una carrera en solitario que no estuviese respaldada por Maldita Nerea?

-No. Me gustan mucho los proyectos de equipo, aunque yo soy el padre de la criatura, yo no soy nada sin mi equipo. No me identifico con los cantautores, todo lo contrario. Estoy en el polo opuesto al cantautor por muchas razones. Yo siempre invoco al nosotros en este disco, también a la canción que se llama así y el disco anterior se tituló Un planeta llamado nosotros. Mi sueño desde niño era que aunque yo aparecía, cantaba el público, no yo y ese sueño se ha convertido en realidad y me parece alucinante que haya sucedido. Intento huir del ego todo el rato, no sé si lo consigo porque el ego también es necesario pero me importa mucho más el nosotros, lo colectivo y lo busco todo el tiempo desde que empecé. Esto hace que creara un nombre de banda, que tenga una banda que haya cambiado con el tiempo obviamente, siempre intento crear estructuras estables tanto a nivel técnico como a nivel artístico. 

-Mientas que mantiene ese anonimato ya ha colgado el cartel de entradas agotadas en Oviedo

-A ver qué sucede, va a ser una bendición después de tanto tiempo poder llenarla. Santiago que será al día siguiente está a punto de caer y el WizinkCenter de Madrid también. No hemos empezado mal, hemos empezado despacio como a mí me gusta. Estoy contento y tengo muchas ganas. Además Asturias es una tierra que me gusta, me atrae, y he podido ir muy poco a lo largo de mi carrera comparado con otros lugares. A todas aquellas personas que lean esto decirles que vamos a dar lo mejor de nosotros y ojalá recibamos algo similar.