De Granada a Asturias para emprender: una joven madrileña abre una librería en Oviedo
LA VOZ DE OVIEDO
Lara Palancar acaba de abrir en la capital asturiana una librería especializada en grandes obras clásicas. Su objetivo es convertir el espacio cultural en un «bookshop» café
14 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Todavía queda mucho por hacer, pero la calle Rosal de Oviedo poco a poco recupera la esencia que la caracterizó: ser uno de los principales ejes comerciales y sociales de la ciudad. Los negocios que, por las crisis económicas, los cambios en el modelo de consumo y otras razones, bajaron sus persianas, ahora las están volviendo a subir. Eso sí, con otros nombres y tipos de actividad. Un ejemplo de ello lo encontramos en el bajo número 59. Donde antes se servían copas, en El Chaston, una joven madrileña acaba de poner en marcha una librería.
Este pequeño templo de los libros lleva por nombre La Tercera Palabra y es el sueño hecho realidad de Lara Palancar. Para quien no la conozca, puesto que prácticamente acaba de aterrizar en nuestra comunidad, tiene 31 años y estudió Matemáticas, aunque a falta de un curso por terminar la carrera universitaria se dio cuenta que lo suyo eran las letras. Decidió entonces matricularse en el grado de Lengua y Literatura. Al poco de adentrarse en el mundo laboral, comenzó a trabajar en una librería de Granada, la región natal de su pareja.
Se le daba tan bien asesorar a los clientes y promocionar la cultura que, más pronto que tarde, la madrileña se convirtió en un punto de referencia en la vida literaria de la comunidad granadina. Pero solo lo fue durante cuatro años, ya que, cuando se le presentó la oportunidad, hizo las maletas y se mudó a Asturias. «Siempre deseé vivir en el norte», reconoce, antes de añadir: «Dejé de trabajar un viernes de enero y el lunes ya estaba con mi pareja en Oviedo». Tras aterrizar en la ciudad comenzó a buscar lugares en los que poder cumplir sus sueños.
Primero indagó dónde podía vivir y, después, recorrió las calles de la capital para averiguar en qué lugar podía cumplir uno de sus sueños: tener su propia librería. «Me pasé cuatro o cinco días recorriendo la ciudad con mi pareja en busca de un local. Vimos que el bajo 59 de la calle Rosal tenía el teléfono colgado en el escaparate. Llamamos, y, por casualidad, resultó ser el propietario de un piso que habíamos visto para alquilar», relata. Tras llegar a un acuerdo económico, Lara inició los trámites para poner en marcha su emprendimiento.
Las tareas administrativas fueron las que más tiempo le ocuparon. La licencia estaba caducada, así que tuvo que renovarla para poder continuar con el proyecto. Mientras tanto, le dio un buen lavado de cara al local: lo fregó a fondo, ya que después de tantos años cerrado estaba lleno de polvo y suciedad, y realizó una pequeña reforma para que la librería fuese accesible. Por último, acondicionó el espacio para recibir a los lectores: convirtió la barra en el mostrador, la cocina en una zona de lectura y forró las paredes con estanterías llenas de libros.
Las repisas albergan grandes obras literarias como Orgullo y prejuicio, Crimen y castigo, Don Quijote de la Mancha o La Ilíada, ya que la librería de Lara está especializada en los clásicos. Los títulos más emblemáticos comparten espacio con joyas de la literatura japonesa como Kokoro o Botchan, entre otras muchas. Aunque las estanterías están repletas, la madrileña ha reservado un sitio para las obras escritas en lengua asturiana, así como para aquellas dedicadas a la cultura, la gastronomía y la historia de Asturias.
La tercera palabra ofrece también una cuidada selección de literatura internacional, con títulos de autores norteamericanos, franceses e incluso rusos. Además, en la librería hay secciones dedicadas a poesía y ensayo, así como a géneros más populares como novela negra, fantasía y ficción. Para quienes buscan reflexión y conocimiento, también cuenta con libros de filosofía e historia, cubriendo así un amplio abanico de intereses literarios. Y, por supuesto, cuenta con un acogedor rincón dedicado a la lectura infantil.
«Ahora mismo tendré unos 1.500-1.600 libros nuevos, porque también tengo a la venta libros de segunda mano. Pero, la idea es duplicar el número: tener como mínimo 3.000 y si puedo más mejor», dice. Si por algún casual un lector no encuentra en las estanterías de La Tercera Palabra el título que busca, la madrileña se encarga de conseguirlo. «En uno o dos días ya lo tendrían», asegura la propietaria de esta librería de Oviedo, que dispone también de artículos de papelería y obras de artistas contemporáneos.
Tras años persiguiendo su sueño y meses de intenso trabajo, Lara por fin ha abierto las puertas de su librería. Fue el pasado sábado cuando inauguró La Tercera Palabra en un acto que describe como «lo más emocionante». «La gente de aquí nos recibió de maravilla. Los libreros de Matadero 1 me regalaron un ramo de flores, al igual que los chicos de la pizzería de aquí al lado. También mis antiguas compañeras de la librería de Granada me enviaron flores», cuenta, eternamente agradecida.
Ahora que ha materializado lo que más deseaba, la joven centra sus esfuerzos en consolidar su cartera de clientes y en ofrecer una amplia variedad de títulos que abarquen casi todos los gustos literarios, con el objetivo de que La tercera palabra se convierta en un referente. Tiene en mente organizar presentaciones y crear clubes de lectura. Si todo va bien, transformará la librería en un bookshop café. Pero, como hay que soñar en grande, lo que más le gustaría es poder contratar a sus compañeras de Granada. «Ese es mi gran sueño», confiesa.