El secreto del éxito de una de las pescaderías más antiguas de Oviedo: «Seguimos comprando en la rula»
LA VOZ DE OVIEDO
Es una de las pocas tiendas de este tipo que aún perduran en la capital de Asturias. Su responsable, José Luis Rodríguez, ofrece consejos para adquirir pescados y mariscos de cara a estas Navidades
12 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Son más de 345 kilómetros de costa asturiana que baña el mar Cantábrico, cuyas frías y bravas aguas se han convertido en una fuente inagotable de recursos económicos para la región. Desde tiempos inmemoriales, una buena parte de la población se ha dedicado a la pesca y captura de la abundante diversidad de especies que habitan en sus profundidades. Desde el pixín, la merluza o el rodaballo hasta el centollo, la nécora o el bogavante, entre otros tesoros marinos. El sabor y los beneficios nutricionales de estos pescados y mariscos se conservan y llegan frescos a la mesa gracias a la dedicación de compañías como Pescados Paco, que con su oferta convierte además cada comida en una experiencia saludable y deliciosa.
Su compromiso con la frescura y la excelencia lo avala su extensa trayectoria. Esta pescadería de Oviedo lleva más de siete décadas poniendo los mejores productos del mar a disposición de los asturianos. Como son muchos los años con las puertas abiertas se ha convertido en uno de los negocios más antiguos y emblemáticos de la ciudad. Es, además, una de las pocas tiendas de estas características que perduran en la capital de Asturias. Todo un hito, sobre todo si se tiene en cuenta que, debido a la sobrepesca, las normativas medioambientales y la competencia internacional, cada vez son menos los establecimientos que logran mantener esta tradición.
En el caso de Pescados Paco, comenzaron a mantener con vida la tradición pesquera de Asturias a mediados del siglo pasado. Corría el año 1947 cuando el ovetense Francisco Rodríguez decidió abrir las puertas de su propia pescadería, después de dar sus primeros pasos en la venta y suministro de productos del mar frescos. En aquel entonces, Asturias, al igual que el resto de España, atravesaba la posguerra, un periodo marcado por la miseria y las dificultades económicas. Por eso, para ganarse la vida, apostó por montar, al principio de la calle Tenderina Alta, una tienda en la que comercializaría pescados y mariscos provenientes del Cantábrico.
Con la ayuda de su mujer, seleccionaba, limpiaba y preparaba el producto para satisfacer una demanda que crecía cada vez más. Al ver que la clientela aumentaba semana tras semana, decidió expandir el negocio a una zona más céntrica de la ciudad: la plaza de Trascorrales, para facilitar el acceso a un mayor número de clientes. En este mercado del casco antiguo de Oviedo, que hoy en día es un centro cultural, el ovetense llegó a regentar un par de pescaderías, consolidando su presencia en la capital de Asturias. De paso, reforzó también su compromiso con la calidad y la frescura de los pescados y mariscos frescos.
A punto de cumplir 20 años de su primer emprendimiento, para consolidar el negocio que tanto esfuerzo y sacrificio le había costado levantar, Francisco apostó por abrir en la Avenida de Torrelavega otra pescadería. Como el bajo comercial era de grandes dimensiones, aprovechó buena parte de la superficie para recibir y almacenar la mercancía. De este modo, podía atender tanto a las familias como a los establecimientos hosteleros de la zona. A partir de ese momento, comenzó además a suministrar a pescaderías de Oviedo, así como de Gijón y Avilés, además de vendedores ambulantes que, en aquel entonces, recorrían los distintos pueblos de Asturias.
Centrados en la actividad mayorista de pescado y marisco
Al expandir las líneas de negocio y centrar buena parte de su actividad en la venta al por mayor, Pescados Paco se consolidó como un referente en la distribución de productos del mar en Asturias. Como el volumen de trabajo aumentaba fue necesario reforzar la plantilla, a la que se incorporaron también sus hijos. El más pequeño de ellos, José Luis, es quien, a día de hoy, se encarga de mantener con vida esta empresa familiar, que centra sus recursos en la venta directa en la pescadería que tienen en el mercado de El Fontán y en satisfacer la demanda de establecimientos hosteleros, centros educativos y residencias de mayores.
Son muchos los clientes que conforman la cartera de esta empresa familiar que ya va por su segunda generación. Cada uno confía en la empresa porque puede estar seguro de la frescura y calidad de sus productos. «Evitamos a toda costa intermediarios. Nosotros seguimos comprando directamente en la rula», asegura José Luis, quien al igual que su padre apuesta por los pescados y mariscos del Cantábrico. «Es nuestra prioridad, pero eso no significa que no ofrezcamos productos de otras zonas. Hay mariscos, como los carabineros o las gambas, que aquí no se consiguen, por lo que debemos comprarlos en el sur», explica.
«Procuramos adquirir siempre lo mejor de cada lugar», confiesa. Esta es una de las claves por las que Pescados Paco lleva tantos años siendo un referente en la venta de pescados y mariscos en Asturias. «Tener un buen producto es muy importante, pero saber comprarlo lo es aún más. Saber comprar bien es una de las bases del negocio y, en este sector, los precios cambian constantemente», explica José Luis, quien recuerda cómo, siendo muy pequeño, acompañaba a su padre a la rula. «Ahí es donde realmente aprendes; es como si sacaras un máster», reconoce con cierta nostalgia, consciente de que esa experiencia marcó su pasión por el oficio.
Con la llegada de las Navidades es cuando, de manera general, el precio de los productos del mar se dispara. «Esto se debe, principalmente, a que en las primeras semanas de diciembre se suelen producir temporales y, por tanto, hay escasez, ya que pescadores y mariscadores no pueden faenar», precisa. Con el fin de disfrutar de una lubina o un marisco de calidad en estas fechas tan especiales, sin tener que hacer un gran desembolso, José Luis recomienda encargar los productos con la mayor antelación posible. «Un consejo que llevamos tiempo dando aquí es que la gente no espere a última hora para comprar», explica. Añade que, si se compra fresco, «el producto puede conservarse perfectamente congelado entre 15 días y un mes».
Hay ciertos productos del mar cuyos precios se incrementan en esta época del año, como, por ejemplo, el besugo. La merluza, en cambio, «suele mantener un precio más estable», mientras que el pixín «sí experimenta un aumento considerable» durante estas fechas. En el caso de los mariscos, algunos se disparan, como los percebe o los langostinos. El precio del centollo también sube, «pero en comparación con otros mariscos no se dispara tanto». Asimismo, las gulas «son ahora más caras, porque cada vez hay menos y la demanda es alta».
Teniendo en cuenta esta información, si una persona sabe fijo qué pescados o mariscos va a consumir en Nochebuena o Nochevieja es conveniente que compre con antelación y congele para no tener que gastar más. Quien lo desee puede hacer sus encargos a esta pescadería de Oviedo, ya que reparten a cualquier punto de España. Hace varios años lanzaron su tienda online para adaptarse a los nuevos tiempos, y actualmente reciben pedidos diarios de clientes que, por falta de tiempo, valoran especialmente la comodidad de este servicio.
Así es como Pescados Paco se ha convertido, poco a poco, en un referente en la comercialización de productos del mar no solo en Oviedo sino en toda Asturias. Busca ahora hacerse también un hueco en el mercado nacional y seguro que lo conseguirá. Ese es el propósito que persigue José Luis, quien hasta que le toque disfrutar de su merecido descanso seguirá manteniendo con vida el legado de su padre. «Quiero jubilarme aquí. Aunque sé que no habrá relevo generacional porque mi hija sé que no se quiere dedicar a esto, tengo la esperanza de que cuando llegue el momento, algún trabajador continúe con el negocio», dice. Mientras tanto, centrará sus esfuerzos en mantener muchos años más abiertas las puertas de este emblemático comercio.