Cae la croqueta mecánica

José Luis Losa ESPERANDO A MATERAZZI

RUSIA 2018

ROBERT GHEMENT | EFE

07 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Como el Francia-Uruguay se decidió antes de lo esperado, me entretuve sumando los millones de euros que cotizarían en el mercado el once de Didier Deschamps. Multiplicaba por 6 el coste de sus rivales huérfanos de Cavani. A estos equipos milmillonarios, inflados por la burbuja del mercado que creó Neymar -la plusvalía, hermanos, la plusvalía- la FIFA les paga hasta un seguro. Si el de Inglaterra fue el ya célebre Geiger, a Francia le pusieron un árbitro argentino. O sea, el rival íntimo del Rio de la Plata de los uruguayos, por si a estos el ADN les daba para pegar un susto a los galos. Producía grima ver a Mbappé marcarse una innecesaria croqueta, esa fea especialidad que ha implantado Neymar y que consiste en rebozarse en la hierba teatralizando una entrada rival como un psicodrama de Tennesse Williams. Aunque a Ney o a Mbappé eso les suene a marca de whisky.

Malas maneras apunta el velocista Mbappé. Si con 19 años ya se ha puesto en modo croqueta, no llegará a los 30. Se lo recordó Godín, un espartano que no admite bromas. Otra como esa y lo manda a Cagancha o al Paso de los Loros. Creo que Mbappé entendió lo que se jugaba. Se esfumó la media hora final.

En Kazán entró en acción la croqueta genuina. Neymar: el rostro de la gran plusvalía del fútbol rebozado. Se encontró Brasil con que Roberto Martínez había secado la sartén. Metió el partido al baño maría. Con un golpe de suerte y las indetectables inmersiones a la contra de Lukaku, De Bruyne y Hazard, Brasil no hallaba el aceite de la vida. Ya en pánico, asistimos al striptease de la croqueta mecánica. Se caía una y otra vez Neymar, en rolos. Y a cada revisión del VAR se iba dejando por el césped capas de harina, de huevo, de pan cada vez más rayado. En el arreón, Renato Augusto y Coutinho estuvieron a punto de evitar la debacle y meter a Brasil de nuevo en la freidora. Para cuando el árbitro pitó, ya Neymar era un mar de bechamel. Florentino, Richelieu del cemento, del gas y de los palcos engrasados en pasta gansa, haznos felices, tráete a la croqueta.