Multados por los mugidos de una vaca: «Hay gente que se muda a entornos rurales y no comprende que esto no es una urbanización»

X. Menéndez REDACCIÓN

SIERO

Los propietarios de Carmina han recibido una propuesta de sanción por los mugidos de la vaca
Los propietarios de Carmina han recibido una propuesta de sanción por los mugidos de la vaca

La familia señala que llevan trabajando con animales más de 40 años en la misma zona sin ningún problema hasta la denuncia de un vecino que fue a vivir allí recientemente

05 may 2023 . Actualizado a las 17:44 h.

Los propietarios sancionados por los mugidos de una vaca en Siero aún no comprenden cómo se ha podido llegar a tramitar la multa. «Pensábamos que no iba a llegar a nada, porque es ridículo, de risa», asegura Roberto Pandiello, hijo de los propietarios de la vaca. El pasado verano fueron denunciados por un vecino debido a los ruidos procedentes de una de sus cuadras, una xatina cuya madre había muerto y fue destetada repentinamente. En diciembre, técnicos del ayuntamiento hicieron una comprobación de decibelios y el martes les llegó la denuncia a su domicilio: supera los 55 decibelios permitidos en la ordenanza municipal, llegando a 74. El Ayuntamiento les comunicó una propuesta para sanción de 300 euros. La familia, que tiene 10 días para presentar alegaciones, piensa recurrir la sanción y «estamos trabajando en ello. Esto es una zona rural y siempre ha habido animales», asegura Pandiello.

La familia de Pandiello tiene está explotación ganadera desde los años ochenta. Antes era de su tío hasta que falleció en 2015 y la madre de Roberto «se hizo cargo de ella para continuar con la tradición. Es una explotación muy pequeña, de autoconsumo, en total tenemos 6 vacas». En los más de 40 años que la familia de Pandiello lleva trabajando con los animales en la zona, nunca han tenido un problema similar, ni cuando había más vacas. «Esto es una zona rural y los animales siempre estuvieron. Hay una nueva tendencia de gente que se muda a entornos rurales y no comprende que esto no son urbanizaciones. En una granja con animales es normal que haya ruidos». La explotación ganadera de los Pandiello se encuentra en la parroquia de Villar, cerca de Pola de Siero pero «sigue siendo un entorno rural».

Carmina, una xata que por entonces tenía 15 meses, «berraba, como todas las vacas». Sin embargo, durante el verano de 2021 lo hizo con más frecuencia durante algunos días porque su madre tuvo que ser sacrificada. «La fui a buscar yo al prao y no se podía levantar. Tenía un problema en las patas. No pudimos hacer nada y la tuvimos que sacrificar. Entonces Carmina no pudo seguir mamando» y fue, señala, cuando hubo algo más ruido de lo normal pero era algo puntual y que duró unos días, hasta que se acostumbró.

De cara a las alegaciones, la familia propietaria va a presentar los papeles que certifican por aquellas fechas la muerte de la madre de Carmina y también la identificación que demuestra que la vaca sacrificada entonces era su madre, por lo que justificaría esos berridos de aquellos días. Para la familia, que el Ayuntamiento llegase a interponer la sanción «ridículo, totalmente de risa». Argumentan que la ordenanza municipal de ruidos debería tener en consideración que no es lo mismo zona urbana que rural y «adaptar la medida a casos del entorno rural, especialmente cuando son de animales, que no se pueden controlar».