Esta coctelería de Asturias es una de las mejores de España y también de las más sostenibles de nuestro país

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

SIERO

El equipo que conforma El Patio de Butacas, en Pola de Siero
El equipo que conforma El Patio de Butacas, en Pola de Siero

Sirviéndose de lo que les da la naturaleza y apostando por los proveedores locales, sus propietarios Tania y Alberto elaboran refrescantes cócteles con «raíz e identidad». Los bartenders y el resto del equipo, actualmente, preparan tragos basados en la medicina mágico tradicional asturiana

17 jul 2024 . Actualizado a las 09:31 h.

La pasión por la hostelería fue la que unió, en principio, para siempre a Tania López y a Alberto Díaz. Estos dos asturianos se conocieron por primera vez en un negocio del sector. Les tocó trabajar juntos y al pasar muchas horas el uno con el otro forjaron una amistad casi inquebrantable. El compartir además muchos gustos e inquietudes les cohesionó hasta el punto de querer tener un proyecto a largo plazo en común. Y ese sueño lo hicieron realidad. Después de mucho sacrificio y también esfuerzo la pareja logró abrir en el verano de 2018 las puertas de su propio establecimiento hostelero sin saber, evidentemente, que en un futuro no muy lejano su coctelería iba a situarse entre las mejores de España e incluso de Portugal.

Desde hace unos meses en la fachada de El Patio de Butacas, así es como se llama la coctelería de Tania y Alberto, luce una placa otorgada por TOP Cocktails Bar. Se trata de un distintivo que la prestigiosa guía otorga anualmente a aquellos locales especializados en mixología de toda la península ibérica en los que disfrutar de un buen trago está más que asegurado. «Para nosotros este reconocimiento es un altavoz muy grande porque al final estamos en una localidad muy pequeña y quieras que no esto te coloca ya a nivel nacional en una muy buena posición. Además es también un reconocimiento al trabajo que llevamos muchísimos años haciendo, intentando que las cosas salgan muy bien», asegura orgullosa López.

El haber conseguido tal prestigiosa distinción —tan solo otras dos coctelerías de la región cuentan con tal reconocimiento— es en gran medida por contar con «un concepto propio». «Quizás es eso lo que nos diferencie. Para nosotros los pilares básicos que sustentan el bar son la sostenibilidad, la apuesta por el kilómetro cero y el respeto por las tradiciones que nos rodean», señala Alberto López, antes de confesar que ahí puede estar, en parte, el secreto del éxito de esta coctelería de Pola de Siero que destaca también por desarrollar su actividad sin generar un gran impacto en el medio ambiente. Es más, se sirven de lo que les da la tierra para poder elaborar cada uno de sus tragos.

Berto y Tania solo usan productos de kilómetro cero o de proveedores muy cercanos
Berto y Tania solo usan productos de kilómetro cero o de proveedores muy cercanos

«Todos los ingredientes que utilizamos están al alcance de nuestras manos. Y cuando decimos al alcance de nuestras manos es que salimos a la caleya de al lado del local a recoger por ejemplo hojas de higuera para usarlas en los cócteles», asegura Alberto. «Cogemos también helechos, ortigas, dientes de león, hojas de avellano y cualquier otro producto que podemos encontrar a pie de casa», apunta Tania. También recolectan lo que cosechan en su propia huerta, además de hacer acopio de todo aquello que les proporcionan los pequeños productores de la zona. 

Menús líquidos muy vivos y atemporales

Teniendo como despensa la naturaleza, estos dos bartenders logran crear cócteles con «raíz e identidad». «También con apego a lo que hacemos, a nuestras tradiciones, productos y a nuestras caleyas, bosques y caminos» , aseveran. Se trata además de tragos de gran calidad ya que al final utilizan los mejores productos para elaborarlos. «La ventaja de que tú mismo recolectes los ingredientes es que no te tienes que fiar de nadie. Estás viendo el producto antes de hacer nada con él y puedes además hacer infinitas pruebas porque realmente no tienes que comprar nada», resalta Alberto. Es por este motivo que siempre que pueden en El Patio de Butacas adaptan la carta a la temporalidad de los ingredientes.

«Ahora que va a ser la temporada de las zarzamoras pues seguramente hagamos un cóctel con este producto. Luego cuando deje de haber zarzamoras pues dejaremos de ofrecer ese trago», señala Alberto. En este punto el experto en mixología explica que tratan siempre de conservar los ingredientes para poder utilizarlos fuera de temporada. «Hacemos un licor de higos para luego poder utilizar ese producto», señala. Y al igual que cuentan con una carta muy viva, «dependen mucho del momento», no nace con una fecha de caducidad. «Solo cambiamos el menú cuando tenemos una nueva idea», confiesan.

La nueva carta de la mejor coctelería de Siero está inspirada en los medicina mágico tradicional asturiana
La nueva carta de la mejor coctelería de Siero está inspirada en los medicina mágico tradicional asturiana

Hace nueve meses se les ocurrió la idea de crear cócteles basados en la medicina mágico tradicional asturiana y tras nueve meses de investigación, consultando libros, antiguas boticas y los propios vecinos, estos modernos alquimistas han desarrollado un menú líquido basado en estos ancestrales remedios naturales. Cada trago se inspira en hierbas, frutos y pócimas que se usaban hace más de 200 años para curar —a partir de fórmulas mágicas creadas por dioses en la mayoría de los casos— los males y enfermedades de las que se culpaba a las brujas.

Cada uno de estos «brebajes mágicos» lleva por nombre su principal ingrediente, como es el caso del Capsicum, que se usaba tradicionalmente para tratar la artritis. En este caso, el cóctel está elaborado con Ron, agua de pimiento, sidra de hojas de zanahoria, hidrolato de hoja de naranjo y CO2. También lo vemos en Penicilium, inspirado en la conocida penicilina, y elaborado por el equipo a partir de Bourbon de queso, brandy de fresa y flores de primavera, vermú rojo e hidrolato de romero, o en Urtica, un remedio que se usaba tradicionalmente para el dolor de articulaciones y que en este caso elaboran con ginebra, ortiga, rabanito y albarín de diente de león.

Un menú líquido «exclusivamente y cien por cien de autor»

En la carta física bautizada como Melecina es donde realmente presentan cada uno de los tragos. Además de indicar el nombre del remedio señalan sus ingredientes, la enfermedad que curaba tradicionalmente, el volumen alcohólico, así como el vaso o copa en el que será servido. Figuran también las coordenadas exactas que nos indican dónde se ha recolectado, para homenajear así de la raíz, el apego a la tierra y la identidad asturiana de la que presumen constantemente.

Y aunque realmente no figuren en el menú líquido, puesto que en El Patio de Butacas la carta que ofrecen a los clientes es «exclusivamente y cien por cien de autor» si se desea se puede pedir cualquier cóctel clásico. Desde un Dry Martini, un Negroni o un Manhattan, hasta el popular Old Fashioned. «Los tragos que nosotros ofrecemos en un principio a todo el mundo son los que nosotros mismos hacemos porque consideramos que tenemos que ser una coctelería de estilo, a la que mucha gente quiere venir para probar lo que nosotros hacemos, pero sí que preparamos también los clásicos», dice Alberto.

El Patio de Butacas se ha convertido en el punto de encuentro y de reunión de aquellos asturianos que disfrutan de cada trago
El Patio de Butacas se ha convertido en el punto de encuentro y de reunión de aquellos asturianos que disfrutan de cada trago

De la misma manera cuentan con cócteles que prescinden de alcohol en su receta. Se trata de versiones de aquellos que sí llevan destilados: «La única parte en la que varía es en la graduación alcohólica». Tienen además otros «dos o tres» tragos con una graduación alcohólica baja, teniendo incluso menos alcohol que una cerveza. Al servir por tanto una amplia variedad de cócteles, no hay ninguno que sea la estrella. «Tantos clientes, tantos paladares», dicen

Si tuvieran que quedarse con uno, ahora que llega el buen tiempo y que el cuerpo pide tragos más refrescantes, Tania sin duda alguna pediría el Zicus, mientras que Alberto se tomaría un Apium. «Es un cóctel que sorprende porque su ingrediente principal es el apio pero en cambio no va dentro de la bebida. Va por la parte de fuera del vaso y funciona como un modificador del olor. A ti realmente te va a saber a apio pero es porque te huele no porque lo lleve», explica.

Ese saber hacer y la apuesta firme por productos sostenibles y de kilómetro cero ha llevado a estos bartenders a colar su coctelería entre las mejores de España y Portugal. También han conseguido algún que otro premio en los concursos nacionales en los que han participado. Pero para ellos el mayor reconocimiento sin duda es el del público. «Tenemos clientes de Asturias en general. Hay quienes vienen de Oviedo, de Gijón, de las Cuencas y de otros lados para probar nuestros cócteles. Ahora mismo que estamos en un momento de cambio de carta pues también es un gran reclamo», asegura Tania.

«En este aspecto estamos bastante contentos porque estamos haciendo lo que queremos hacer y dónde queremos hacerlo. Y eso sumado a que haya compañeros que quieran venir a visitarte porqué están viendo lo que estás haciendo en un sitio completamente deslocalizado para nosotros también es un premio», resalta Alberto.

Continuarán por tanto trabajando en la misma línea «y mucho» para seguir albergando clientes en El Patio de Butacas, la que ya es su casa. «Queremos llenar nuestra calle de gente, la verdad, ese es nuestro plan», confía Tania, a quien Alberto le responde con «y también tenemos que viajar». Y es que conociendo y visitando lugares y locales de mixología podrán seguir dando rienda suelta a sus pasiones y crear tragos únicos con los sorprender y deleitar a sus clientes