No era una montaña... ¡era una pirámide!

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JACINTO KANEK | Efe

Gracias a la tecnología láser, los arqueólogos han podido identificar esta megalópolis maya salpicada de tumbas y palacios, hasta ahora escondidos bajo la selva de Nicaragua

12 feb 2018 . Actualizado a las 20:50 h.

Como una Atlántida que emerge del lugar donde estuvo oculta durante siglos -si es que verdaderamente alguna vez existió esta mítica isla descrita por Platón-, una antigua ciudad maya ha salido de su escondite gracias a las últimas tecnologías.

Esta megalópolis, situada en la selva de Guatemala, demostraría que las urbes de la civilización que en su día ocupó varios países de la actual Sudamérica eran mucho mayores de lo que se creía: hasta diez millones de personas podrían haber habitado estos terrenos en los que de han encontrado 60,000 estructuras individuales, cuatro centros ceremoniales y una pirámide de 27 metros de alto, el equivalente a siete pisos -hasta ahora se creía que el relieve era una montaña-. Tumbas y palacios camuflados entre la espesa vegetación que han salido a la luz gracias a LiDAR una técnica de mapeado que rebota la luz pulsada del suelo, revelando así contornos hasta ahora desconocidos. Unida a un sistema de localización por GPS, permite crear mapas en tres dimensiones sin provocar impacto sobre la selva. Tres años de estudios que también han «desenterrado» campos dedicados a la agricultura, canales de irrigación, carreteras elevadas o fortificaciones de defensa. A través de la tecnología láser se ha destapado además una muralla de unos 14 kilómetros de longitud cerca de Tikal, uno de los vestigios arqueológicos más importantes de asentamientos mayas. Imágenes que pueden verse en el documental «Tesoros perdidos de los mayas», producido por National Geographic.

El sorprendente hallazgo ha coincidido en el tiempo con otra investigación, la que pretende dar respuesta a la pregunta ¿Por qué colapsó la civilización maya? Expertos de Guatemala y EEUU aseguran en un estudio que sufrió un repentino colapso incluso antes de que sus ciudades estuvieran abandonadas, un colapso provocado por una inestabilidad social derivada de factores como el cambio climático y la deforestación.