Los padres de una niña muerta tienen derecho a acceder a su cuenta de Facebook

daphne rousseau BERLÍN / DPA

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CHRISTOPHE SIMON | afp

Un tribunal alemán dio permiso a la pareja para que pudiera revisar los contenidos de la menor en la red social

13 jul 2018 . Actualizado a las 07:30 h.

La justicia alemana hizo público ayer un dictamen muy esperado sobre la herencia digital, dando la razón a dos progenitores que exigían a Facebook acceder a la cuenta de su hija fallecida. Los padres se dirigieron inicialmente a la red social para recuperar los contenidos y las conversaciones de su hija, que murió atropellada por un vagón de metro en Berlín, a los 15 años, en el 2012. La intención de los progenitores era obtener pistas para comprender las circunstancias de su brutal muerte y llegar a saber si fue un accidente o un suicidio.

Facebook alegaba que el acceso a los datos de la adolescente podría violar los contenidos privados de otros usuarios que se comunicaban con ella. Pero, los padres invocaban el hecho de que los contenidos que figuran en la cuenta su hija son jurídicamente idénticos a los diarios íntimos y cartas que pueden ser entregadas a familiares tras un fallecimiento, como si se tratara de una herencia.

Una cuenta, no una persona

La Corte Federal de Justicia de Karlsruhe, instancia suprema en Alemania, dictaminó ayer sobre este asunto y estimó que los datos que Facebook pretende proteger pertenecen en realidad a una «cuenta de usuario» y no a una «persona específica» y que hay que esperar «a que, en un momento en el curso de su vida, terceras personas accedan a esta cuenta», con o sin la autorización del propietario inicial.

Este dilema jurídico y ético se planteó ya ante los tribunales alemanes desde hace tres años. En 2015, en primera instancia, la justicia dio la razón a los padres. El tribunal de Berlín estimó que el contrato suscrito entre la internauta y Facebook entraba en el ámbito de la sucesión, incluidos los contenidos digitales publicados en la cuenta. Al ser menor la fallecida, se consideró entonces que los padres tenían el derecho de saber cuándo y con quién se comunicaba en Facebook.

Pero dos años más tarde la Corte de Apelación de Berlín adoptó la posición inversa y se sumó al argumento del gigante estadounidense, dando prioridad en este caso al respeto a la vida privada.

Esta Corte recordó que «el secreto de las telecomunicaciones está garantizado por la Ley fundamental» alemana y se aplica también a los contenidos de las cuentas Facebook. Las personas con las que la joven estuvo en contacto pueden también aspirar a la protección de esa correspondencia digital, de naturaleza privada, agregaron los magistrados berlineses en la misma sentencia.

Otra visión

Sin embargo, la Corte Federal lo ve de otro modo. «Los problemas de confidencialidad de los datos no se ven afectados, ya que la reglamentación solamente protege a las personas vivas», indican los jueces.

Generalmente, cuando un usuario de Facebook fallece, la familia solo puede rellenar un formulario para eliminar la cuenta o convertirla en un página conmemorativa para compartir contenidos o imágenes.

La herencia digital, un problema ético y legal que no tiene fronteras

En los últimos años, la cuestión de la herencia digital ha suscitado un debate ético y legal en diferentes países. En el 2016, Apple libró una batalla con el FBI, que quería obligarlo a desbloquear el iPhone de uno de los dos autores del atentado de San Bernardino, cometido en California el año anterior.

En cambio, el gigante estadounidense se mostró más cooperativo con un padre italiano, que pedía en el 2016 el desbloqueo del smartphone de su hijo, muerto de cáncer, para recuperar fotos y recuerdos.

Ante la generalización del uso de redes que guardan y comparten información personal, los expertos aconsejan realizar un testamento digital que se puede hacer de dos formas: incluyendo la voluntad en el testamento clásico (aportando usuarios y claves de acceso) o dejándolo en manos de compañías especializadas que ya han surgido para dar respuesta a este problema. En ellas se pueden nombrar herederos de la música, las fotografías y los videojuegos.