Análisis
06 feb 2018 . Actualizado a las 13:48 h.Rubén Baraja sigue sin encontrar la tecla lejos de El Molinon y su planteamiento se ve superado por el de un Anquela con menos recursos a su disposición, pero ideas más claras para el fútbol de Segunda División.
El juego de los jugadores rojiblancos lejos de Gijón sigue siendo totalmente opuesto al mostrado ante sus aficionados, donde está ganando con solvencia y de este modo está resultando imposible consumar la remontada liguera. Más si cabe cuando el rival ejerce la presión defensiva y los automatismos ofensivos de memoria, simples, pero eficientes.
Táctica
El cuerpo técnico mantiene su apuesta por dos puntas (4-4-2), lo que también supone dar continuidad a Carlos Castro como delantero titular, quien pese a la confianza recibida no está acabando de despuntar.
Por otra parte, el juego directo del Oviedo y la mala presión sportinguista hicieron ver las carencias de un sistema en el que Bergantiños y Sergio Álvarez se ven desbordados cuando no existen robos de balón y posesiones de juego más elaboradas. La falta de un tercer hombre por dentro y la necesidad de hacer ayudas defensivas en banda les dejó sin oxígeno. Ahí se acabó perdiendo el partido, aunque solo fue el resultado de la mala gestión de situaciones en otras partes del campo, lo que les hacía llegar a los pivotes con las de perder a sus duelos.
Cambios
Sin grandes genialidades, porque el equipo ya estaba muerto, las variantes tuvieron su lógica y serían las que cualquier aficionado podría haber realizado.
Rubén García, que se había ganado la titularidad durante las jornadas anteriores, entró por Carlos Castro para tratar de subir una marcha más en ataque y defensa. Debutó Nano Mesa con algún detalle de calidad por Carlos Carmona, que no debería haber sido titular porque el terreno de juego no estaba para su fútbol. Y Hernán sustituyó a Bergantiños, muy cansado y con una tarjeta amarilla, en otro cambio de hombre por hombre.
Balón parado
Cero peligro. De hecho, no se intentaron forzar faltas peligrosas al borde del área rival.
Nota final
Suspenso. A partir del gol local el Sporting desapareció del partido, si es que lo había hecho antes, puesto que el gol de Jony llega precedido de un barullo en el área y el resto de llegadas fueron más bien escasas.