El dardo: Sergio y Hernán se olvidan de jugar en el peor momento

Emilio Ordiz GIJÓN

SPORTING 1905

Hernán
Hernán LaLiga

El peor partido de la medular en el Sporting desde la llegada de Baraja

19 feb 2018 . Actualizado a las 00:27 h.

Tocó la cara mala. Siempre insistimos en que el Sporting tiene dos, y en Lorca fue el turno de la más desidiosa y desmoralizante, en uno de los peores encuentros de la temporada, que ya es decir. Baraja optó por cambiar el sistema para jugar con tres mediocentros y escorar a Santos a una banda. Dos errores que facilitaron la caída en picado de equipo en el momento más importante desde su llegada. Los rojiblancos podían dormir en playoff, pero durmieron sobre el verde del Artés Carrasco. 

Los que pagaron esa desidia y se convirtieron claros exponentes de ella tanto Sergio como Hernán Santana. Tenían ambos la labor de hacer circular la pelota, pero sin casi explicación se encontraron en todo momento en inferioridad, ahogados y con pocas ideas. El avilesino estuvo impreciso con la pelota y lento a la hora de llegar en las ayudas.  

Algo parecido pasó con el canario: recién llegado, había dejado grandes detalles que en Lorca se difuminaron. Dudó mucho con el balón en los pies y se escondió en exceso, para dejar toda la construcción del juego a un Bergantiños desbordado. 

Esta falta de ideas hizo, por tanto, que la fase ofensiva fuese nula y que la verticalidad que tantas alegrías ha dado desde la llegada del Pipo brillase por su ausencia. Este tipo de encuentros, por pocos puntos que tuviera el rival, se ganan a partir de imponerse en el centro del campo. Eso fue lo que el Sporting no consiguió en ningún momento. 

Un planteamiento ramplón y una medular perdida. Esas son las claves de un empate que sabe a derrota y que volvió a desnudar la versión más rácana de los rojiblancos; esa que siempre se da cuando viaja lejos de El Molinón. Tener dos caras no es buen plan para el ascenso.