Los guajes siguen líderes e invictos una semana más en Mareo
18 feb 2018 . Actualizado a las 15:10 h.Se enfrentaban en el Pepe Ortiz dos filiales que apuntan alto. El Sporting B, confuso después de dos resultados negativos, ante el Bilbao Athletic, el último eslabón de la gran Lezama. Se dejaron ver por la Escuela de Fútbol de Mareo dos ex de cátedra en los despachos: Raúl Lozano y Nico Rodríguez. No hubo premio de tres puntos para un muy buen Sporting B.
El partido arrancó con velocidad de vértigo. Ambos equipos se disputaban el orden de salida y demostraban virtudes interesantes. La primera jugada digna de mención nació en las botas de Álvaro Traver. El extremo, que está con una marcha más que sus compañeros, arrancó en potencia, dribló a uno, a otro, pero su disparo no terminó de inquietar a Unai Simón. Pura verticalidad.
No se arrugó el equipo de Gaizka Garitano: disciplinado y talentoso. Los vascos volcaban sus tentativas en el costado diestro donde Espeso aguantaba de pie, y como podía, cada envestida. El paso de los minutos ayudó al crecimiento del filial rojiblanco. Salvador y Nacho Méndez empezaban a ganar la batalla en la medular. El luanquín se descolgaba de la zona de creación para ejercer más de organizador adelantado y mezclar con Cayarga y Salvador. Ahí se cimienta una de las claves del libreto de José Alberto; la permanente búsqueda del juego interior, juntando el talento de los mediapuntas, con la presencia de laterales de largo recorrido. Montoro tiene plena libertad; Espeso aguanta más el tipo, con Traver más pegado a la cal.
Isma Cerro protagonista
El partido creció y los rojiblancos empezaban soltarse al ritmo de Nacho Méndez. El centrocampista parece ya recuperado del mareo y dispuesto a liderar la nave del filial. Los jugones, Cayarga, Cerro y Nacho, se adueñaron del balón pero eran incapaces de romper el sistema defensivo de Garitano. Ahí, a pesar del extraordinario repertorio en corto y en largo de Cerro, se terminaba el peligro. El extremeño, que ha completado la semana con los mayores, entiende el juego y siempre ofrece la mejor de las soluciones. Es una bendición para José Alberto y para el filial.
Descanso
Aguantó el arreón local, sin hemorragia, el Bilbao Athletic. Juntos, con las ideas claras. Llegó la reanudación pero los alumnos de José Alberto tienen escuela. Son guajes pero juegan como mayores y cuentan con recorrido acumulado. No tardó en exceso el filial rojiblanco en volver a mandar sobre el verde del Pepe Ortiz. Siempre fieles al ingenio de Isma Cerro. El siete tiene un estilo parecido similar al de Rubén García. Finos estilistas que huyen de la banda para ensalzar el arte de la combinación. Faltaba esa pizca de maldad para romper la defensa de cuatro bilbaína.
Nacho Méndez también se hace grande
La llegada de Santana ha paralizado su convincente progresión con los mayores. Ante el golpe hay dos actitudes: bajar la cabeza o crecer en el filial. Hoy Méndez Navia volvió a ofrecer un nivel que refuerza su credibilidad. Su grado de compromiso, como su fútbol, está fuera de dudas. La gestión del equipo pasó por su complicidad con Cerro.
Minutos finales
El buen hacer colectivo no fue suficiente para desarticular la fortaleza vasca. Los leones, incluso, salieron con peligro y pudieron matar a la contra en una zancada de Asier Benito. José Alberto alargó la toma de decisiones hasta la recta final del partido. Se fue Isma Cerro, el mejor, por Pedro Díaz. Y pocos minutos después Méndez Navia por Pablo. Mordiente para terminar matando en área enemiga. El excelente filial de José Alberto fue superior, se sintió cómodo, pero le faltó llegada. Sobre la bocina llegó la última para Victor Ruiz, ante un clima de expectación máximo, pero su disparo encontró el guante de Simón. Un punto de madurez.
Sporting B: Dani Martín; Montoro, Cordero, V.Ruiz, Espeso; Cayarga, Salvador, Cerro (Pedro Díaz min 80) Nacho Méndez (Pablo F min 87), Traver; Claudio Medina
Bilbao Athletic: Unai Simón; Areso, A. López, Oscar Gil, Unai Bilbao; Aguado, Larrazabal, Nolaskoain, Benito, Vicente y Guruceta
